Salamanca (EFE).- La Universidad de Salamanca (USAL) ha estrenado este viernes una novedosa exposición que repasa la vida estudiantil y la tuna, con obras de las colecciones de Rafael Santalla y Roberto Martínez del Río, que corresponden a los siglos XVIII, XIX y XX.
La muestra, que se podrá visitar hasta el próximo 10 de diciembre en la Hospedería Fonseca, lleva por título ‘Valores en la Tuna: Folclore, fraternidad y filantropía estudiantil’, y se ha organizado con motivo de la entrega del Premio ‘Valores de la Tuna’, como han explicado a EFE los comisarios de la misma, Rafael Santalla y Roberto Martínez del Río.
Las piezas que componen la exposición han salido del Museo Internacional del Estudiante y ofrecen un repaso, a través de la iconografía, de lo que era la vida de los estudiantes y la tuna desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo XX, con el objetivo de reivindicar una tradición mundial que pasa por horas bajas.
El visitante podrá apreciar, de la mano de diferentes autores, el estereotipo del “estudiante pobre que andaba a la sopa boba” y su evolución con los movimientos románticos del XIX hacia las “Estudiantinas galantes”, han explicado.

La muestra cuenta con obras de Bartolomé Montalvo, Eugenio Lucas Velázquez, Eugenio Lucas Villaamil, Ramón Padró y Pedret, Felipe Masó, José Villegas o Cordero Antonio de las Peñas y León.
Santalla ha destacado la heterogeneidad de la propuesta, con obras de diferentes lugares y momentos aunque todas con una misma temática, que representan no solo la realidad de Salamanca, sino también la de otras ciudades como Sevilla o Madrid, si bien el comisario ha recordado que no todas las obras de esta temática han podido ser localizadas.
El origen de las piezas es variado y muchas se han conseguido en casas de subastas, rastros, tiendas de arte o a través de donaciones.
Roberto Martínez del Río, por su parte, ha definido la exposición como “algo que no se ha mostrado antes”, por su originalidad, y ha señalado que les ha tocado hacer una selección dentro de una amplia colección, “un lujo que sólo se puede visitar en grandes museos”, ha insistido.
Asimismo, ha confesado que su deseo es abrir un museo físico y permanente en Salamanca, para que el visitante pueda apreciar treinta años de recopilación de este arte, un proyecto que espera materializar “pronto” y que ya está en marcha, con una fundación establecida.