En la imagen de archivo. Un buzo de los GEAS de la Guardia Civil. EFE/R. García

Tres detenidos por un crimen cometido en Zamora y resuelto después de cuatro años de investigación

Zamora (EFE).- La Guardia Civil, en colaboración con la Policía Judiciaria de Portugal, ha detenido a tres personas y ha resuelto casi cuatro años después de cometerse un crimen de un ciudadano portugués cuyo cadáver apareció junto al río Tera en el municipio de Galende (Zamora) y que inicialmente se pensó que se había suicidado.


El cuerpo sin vida apareció el 27 de diciembre de 2019 en un paraje del entorno del parque natural del Lago de Sanabria conocido como Pozo Muerto, a orillas del río, vestido pero sin ninguna documentación ni pistas sobre su procedencia o identidad, según ha señalado este viernes el instituto armado en un comunicado.

La Guardia Civil y la Policía Judiciaria de Portugal han colaborado en la detención de tres ciudadanos, dos hombres y una mujer, de nacionalidad portuguesa por su presunta implicación en el asesinato de un hombre de 70 años de la misma nacionalidad. EFE/ Guardia Civil

Complicada investigación


A partir de ahí se inició una complicada investigación en la que, en primer lugar, se tardaron hasta siete meses en descubrir la identidad del fallecido y que su muerte había sido por asfixia por sumersión y se descartaba el intento autolítico.


Los tres detenidos son dos hombres y una mujer, todos ellos de nacionalidad portuguesa, por su presunta implicación en el asesinato del fallecido, un hombre de 70 años de la misma nacionalidad.


Cuando se descubrió el cadáver, únicamente se conocía que correspondía a un hombre de edad avanzada, delgado y de mediana estatura, que no portaba documentación ni efectos en su vestimenta que permitieran su identificación o que arrojaran alguna pista sobre su procedencia.


De hecho, lo único que se encontró fue un paquete de tabaco marca “Handelsgold”, sin que tampoco se encontrara ningún vehículo estacionado o abandonado en las inmediaciones, según ha detallado la Guardia Civil.

Pruebas de ADN


Por todo ello, el Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil tomó muestras de ADN y solicitó la cooperación del resto de cuerpos policiales para su identificación, lo que permitió descubrir que figuraba en las bases de datos policiales del Reino Unido por contar la víctima con antecedentes policiales en aquel país.


Una vez identificado el cadáver y conocida la causa de muerte, la Guardia Civil dirigió la investigación al entorno personal y social de la víctima en la localidad de Verín (Orense), donde había residido antes de morir.


Los investigadores confirmaron la relación del fallecido con personas con antecedentes policiales y penales por delitos violentos o contra la salud pública y estas aseguraron que la víctima había desaparecido en la localidad portuguesa de Chaves a primeros de mes de diciembre de 2019.


La investigación se centró entonces en la persona que se encargaba de los cuidados del fallecido en Verín y de su compañero de piso.

Cuentas bancarias en Portugal


Los agentes de la Guardia Civil descubrieron también que la víctima tenía cuentas bancarias en común con uno de los sospechosos en Portugal, por lo que se establecieron mecanismos de coordinación con la Policía Judiciaria de ese país.


Fue entonces cuando se descubrió la implicación de la tercera persona, que presuntamente mantenía una relación sentimental con la mujer detenida.


Tras las muestras recabadas en dos vehículos propiedad de los investigados en la localidad de Chaves y después de los registros en varios domicilios en la misma localidad portuguesa y de Vidago, la Policía Judiciaria detuvo a estas tres personas imputadas por su implicación en el asesinato, que fueron extraditadas a España.


Tras tomarles declaración en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Puebla de Sanabria (Zamora) fueron trasladadas a la prisión de A Ama (Pontevedra). EFE