Valladolid (EFE).- La simple mención a la Agenda 2030 de Objetivos de Desarrollo Sostenible promovida por la ONU ha generado en Castilla y León recelos y contradicciones entre las visiones acerca de esta iniciativa por parte de los socios de gobierno en la Junta, con el PP como partidario de implementarla aunque sea sin mencionarla expresamente y Vox como detractor de su mera alusión y su aplicación, especialmente en algunos de sus puntos.
Pese a esta discusión política, que ambos socios han matizado en varias ocasiones el ámbito público y resuelto en el debate interno, la presencia de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en las aulas y los libros de texto de Castilla y León evidencian que se trata de un proyecto transversal, asumido mayoritariamente por las sociedades más avanzadas como una forma para acometer las luchas contra la desigualdad, contra la pobreza, contra el cambio climático y contra la violencia en sus diferentes facetas, entre otras.
En los últimos días ha trascendido el cambio introducido por la Junta en el redactado de la Estrategia autonómica de Educación Ambiental, que inicialmente refería que estaba alineada con la “Agenda 2030 de las Naciones Unidas”, pero que desapareció de la versión publicada en el Boletín Oficial de Castilla y León la pasada semana.
Preguntado por este cambio y por si tenía que ver con una exigencia política de Vox, el portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo (PP), negó que exista un motivo político en una corrección que enmarcó en la mejora de la redacción y la referencia al ámbito europeo de la estrategia.
Sin embargo, la retirada de la alusión expresa a la Agenda 2030 fue celebrada en las redes sociales por Vox, que en su perfil nacional de X escribió el siguiente mensaje: “Gracias a Vox, el gobierno de Castilla y León elimina la Agenda 2030 de la Educación.
O desterramos el alarmismo climático o enterraremos nuestra prosperidad. Menos Agenda 2030 y más sentido común”, que fue difundido también por el vicepresidente de la Junta y líder del partido en esta Comunidad, Juan García-Gallardo.
La Agenda 2030 sigue en los libros
Pero este objetivo de Vox de retirar las alusiones a la Agenda 2030 en la Educación hasta ahora se topa con la realidad plasmada en los currículos educativos e impresos en los libros de texto de los alumnos de Castilla y León, que de una forma transversal abordan estos contenidos en varias asignaturas.
La formación de profesores en este ámbito y la puesta en marcha de proyectos educativos vinculados a los ODS son otros indicadores de que, tras su puesta en marcha hace unos años, la Agenda 2030 se ha abierto paso.
También se mantiene presente con un apartado específico en la web institucional de la Junta de Castilla y León, donde plantea expresamente: “La coherencia de las políticas es indispensable para plantear respuestas a los problemas globales vinculados a la consecución del desarrollo sostenible. En este sentido, para alcanzar los logros económicos, sociales y medioambientales que plantean los ODS, en un contexto global, la Junta de Castilla y León ha apostado por incrementar sus niveles de coherencia de políticas”.
El precedente de los Presupuestos de 2023
El debate entre PP y Vox sobre la conveniencia o no de aludir directamente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU tuvo como primer episodio el proyecto de ley de Presupuestos que pactaron ambos partidos para 2022, del que desaparecieron todas las alusiones que meses atrás habían hecho en el anterior proyecto de ley PP y Cs, cuando ambos partidos cogobernaban Castilla y León.
En aquel momento, la Agenda 2030 se elevó a eje estratégico de la Comunidad y el propio presidente de la Junta de Castilla y León entonces y ahora, Alfonso Fernández Mañueco, defendió la necesidad de trasladar esos objetivos de desarrollo sostenible a las Cuentas públicas del Ejecutivo autonómico. De hecho, el documento que presentó la Junta incluía los colores y el diseño de la Agenda 2030.
“El futuro de Castilla y León es sostenible, verde, igualitario, moderno, con servicios públicos de calidad y con población en todo el territorio”, defendió Mañueco durante la presentación, en mayo de 2021, del Plan de Acción para la Implementación de la Agenda 2030 en Castilla y León.
Sin embargo, coincidiendo con el acceso de Vox al Ejecutivo autonómico en 2022, los presupuestos de la Comunidad dejaron de estar inspirados en la Agenda 2030, aunque la parte del PP en el Ejecutivo restó importancia a la desaparición de esas alusiones y lo enmarcó en razones puramente estéticas, manteniendo que los objetivos de desarrollo sostenible siguen siendo referencia para las políticas autonómicas.
Votaciones en las Cortes
Han sido varias las votaciones y debates parlamentarios en los que se ha evidenciado la diferencia de perspectiva entre el PP y Vox acerca de la Agenda 2030, como en junio de 2022, cuando los populares votaron a favor de una iniciativa planteada por el exvicepresidente Francisco Igea para cumplir los ejes de los Objetivos de Desarrollo Sostenible por parte de la Junta, y en la que Vox votó en contra.
Como evidencia del rechazo de este partido, su portavoz parlamentario, Carlos Menéndez, argumentó que las clases medias se convertirán en los “pagafantas” de Occidente por la aplicación de la Agenda 2030, que en su opinión perjudica al sector agroalimentario español.
Ahora está por ver qué reflejo tienen estas posiciones en el acuerdo presupuestario que PP y Vox plasmarán en el proyecto de ley de Presupuestos de Castilla y León para 2024 que tienen previsto presentar y tramitar en las próximas semanas en el Parlamento autonómico.EFE
