El rey Melchor saluda a los pequeños que se acercan para ver a los Magos de Oriente durante la Cabalgata de Reyes Magos este jueves en Valladolid. EFE/ E. García

Alegría e ilusión en cabalgatas masivas, inclusivas y en plena normalidad

Valladolid, 5 ene (EFE).- Alegría e ilusión han destilado las cabalgatas celebradas esta tarde en las capitales y numerosos municipios de Castilla y León, sin restricciones sanitarias después de dos epifanías en pandemia, y con los Reyes Magos más solidarios y atentos a las personas con diferentes capacidades.

Por tierra, agua, aire y con el fuego insinuado por espectáculos pirotécnicos, de luz y sonido, los Magos han conjugado en Castilla y León los cuatro elementos de la naturaleza que han transformado en materia de ilusión a través de cabalgatas trenzadas de magia, sorpresa y fantasía a la que han asistido miles de personas.

En tren, por aire y en barco…

Melchor, Gaspar y Baltasar han llegado en barco a Medina de Rioseco (Valladolid), en tren hasta León y Venta de Baños (Palencia), han aterrizado en Ávila en una avioneta y por carreteras y caminos han llegado a la mayoría de las poblaciones de Castilla y León donde han renovado, un año más, el prodigio de su presencia en todos los lugares donde han sido reclamados.

Niños y mayores, por decenas de miles han presenciado los monumentales desfiles horas antes de la medianoche del 6 de enero, para asistir al prodigio del ensueño en forma de regalos depositados para los niños y anhelos satisfechos en el caso de los más mayores.

Cabalgatas inclusivas

Pero también afecto y solidaridad como la que han dispensado en León al disponer varios taxis adaptados para que los niños con discapacidad hayan podido verles de cerca y formar parte del desfile que ha comenzado horas después de que los soberanos de Oriente fueran recibidos al mediodía, después de llegar en tren a la estación, por el alcalde de la capital.

Los tronos reales, cuatro carrozas, taxis adaptados y un camión de bomberos han desfilado por las principales vías leonesas, las más amplias, donde se han habilitado espacios reservados para personas con movilidad reducida y acotado zonas sin música para facilitar la presencia de quienes padecían problemas sensoriales.

Entre el Alcázar, donde han asistido a un videomapping proyectado en la fachada de la fortaleza, y el Acueducto, las altezas reales han recorrido el casco histórico de Segovia y han vuelto a departir con los más pequeños, a los pies del célebre monumento romano, dentro de una recepción que ha sido retomada después de dos años de restricciones por el coronavirus.

Una lluvia de caramelos, gominolas, piruletas, carbón de azúcar ha caído en todas las cabalgatas, cortejos donde cada capital ha competido en imaginación para acompañar a los tronos reales que en carrozas y acompañados por sus correspondientes séquitos, han recorrido las calles de Castilla y León.

Recepciones, audiencias y desfiles

De la comitiva, ya en Salamanca, ha formado parte una selección de coches clásicos y de época cedidos por el Museo de la Automoción, además de un carro egipcio, dos dragones, una locomotora, caballos hinchables, un barco pirata, un trineo, bicicletas de fantasía, zancudos, un triciclo, músicos y elfos patinadores.

En el caso de Valladolid, donde los Magos han efectuado una ofrenda ante el portal de Belén y visitado la Casa Consistorial al finalizar su recorrido, el cortejo ha sido un espectáculo itinerante, un teatro en movimiento con osos gigantes que repartían abrazos, danzantes, zancudos y malabaristas, además de Piccolo el cocodrilo del Pisuerga que ha saludado a los niños.

Antorchas y conocidos personajes de dibujos han animado el recorrido en Soria, entre el estadio Los Pajaritos y la Plaza Mayor. Antes de desfilar, los Reyes Magos han recibido a los pequeños en el Patio de Columnas del Ayuntamiento.

Entre el barrio de Gamonal y el centro, una línea recta de unos tres kilómetros que atraviesa la ciudad de Burgos con el eje de la calle Vitoria, los soberanos han sido escoltados por nueve carrozas y una comitiva de pajes, mientras que en Zamora han optado por los tronos rodantes en lugar de los camellos como hacían otros años.

Melchor, Gaspar y Baltasar han paseado las calles zamoranas en carrozas con tronos y acompañados por un séquito de medio millar de personas entre carteros, sabios y astrólogos reales, pajes, heraldos y otros personajes ambientados en los reinos de la época de Persia, Arabia y Egipto.

Lengua de signos en Zamora

Al concluir el recorrido en la Plaza Mayor, los Magos de Oriente, en el tradicional mensaje que dirigen a los niños zamoranos desde el balcón del Ayuntamiento, han contado por primera vez con un intérprete de lenguaje de signos para hacer accesible el mensaje a personas con problemas auditivos.

Los niños de Ávila han tenido un primer encuentro con Sus Majestades en el aeródromo de Salobral, cerca de esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad, donde han aterrizado los invitados reales horas antes de recorrer las calles desde la estación de ferrocarril. Dentro del itinerario han sido habilitados sendos espacios reservados a personas con autismo, sin ruido en el paseo Dos de Mayo, y de movilidad reducida, en la Plaza de Santa Ana.

En otra terminal ferroviaria de gran arraigo, la de Venta de Baños, Melchor Gaspar y Baltasar han arribado precedidos del penacho de humo despedido por la célebre ‘Verraco’, una locomotora de vapor fabricada en 1887 y que la Asociación de Amigos del Ferrocarril se encarga de mantener a punto para recibir a los Magos de Oriente cada cinco de enero.

Más tarde se han desplazado a la cercana capital para festejar la Epifanía con las cientos de personas que les han recibido dentro de un espectáculo itinerante de luz y sonido, en el que los tres soberanos han estrenado trajes inspirados en la Capilla de los Reyes Magos de la catedral de Palencia, como homenaje a este monumento que celebrado en 2022 el séptimo centenario de la bendición de su primera piedra. EFE