El arzobispo de Valladolid, secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello. EFE/J.J. Guillén

La Iglesia Católica se encomienda a las renovables para hacerse más sostenible



Valladolid (EFE).- La necesidad de ahorrar en los costes de energía (gas, gasoil y electricidad), pero también la indicación del papa Francisco en favor de una Iglesia más respetuosa con el medio ambiente, ha calado en el arzobispado de Valladolid al encomendarse a las energías renovables para una gestión más sostenible.


La instalación de placas fotovoltaicas en las instalaciones del Seminario Diocesano y del Centro de Espiritualidad es el comienzo de una estrategia “que obedece al actual precio de la energía”, por un aparte, pero también “a las indicaciones específicas del papa Francisco de que tenemos que ser sensibles con el medio ambiente”.


Dentro de esta apuesta por la gestión sostenible, el responsable diocesano de Patrimonio, Jesús García Gallo, se ha referido al concepto de “descarbonización de la economía” que sugiere la encíclica ‘Laudato Si’, firmada en 2015 por el papa y que encabeza el primer verso de un cántico de Francisco de Asís para agradecer al Señor los dones de la madre tierra que sustenta al ser humano.


A esas instalaciones de placas fotovoltaicas, dentro de la provincia se añade otra similar para calentar durante el invierno la capilla de san Juan Pablo II en la iglesia parroquial de Simancas, sufragada con sus propios medios, ha añadido el delegado durante una rueda de prensa celebrada este viernes.


“Vamos a intentar animar a todos los párrocos a que sigan esta dirección”, ha apuntado García Gallo antes de matizar que cualquier renovación de los sistemas de calefacción mediante energías renovables no afectarán en ningún caso a edificios catalogados como patrimonio histórico y artístico, sino a “centros funcionales”.


El sistema de placas fotovoltaicas “es de tamaño medio y orientado al autoconsumo”, tanto para “abaratar costes como para entrar en perspectiva de conversión tecnológica”, ha insistido el delegado diocesano de Patrimonio delante del vicario general, Jesús Fernández, y del ecónomo, José María Conde.


El precio de cada una de las instalaciones en el Seminario y en el Centro Diocesano de Espiritualidad oscila entre los 40.000 y 45.000 euros para producir una energía más limpia y barato que tiene un único obstáculo en la adaptación a los sistemas actuales de calefacción.


El arzobispado gestionó 20 millones


Algo más de veinte millones de euros gestionó el arzobispado de Valladolid durante 2021 para atender sus principales necesidades, cifra que ha declarado a la Agencia Tributaria y en la que sobresale como la conservación de edificios y gastos de funcionamiento (6,6 millones), por delante de la retribución a personal seglar (4,4) y la retribución de los sacerdotes (4,4).


Las aportaciones directas de los fieles (4,5 millones) nutrieron el 22,5 por ciento de una carta de ingresos donde también figuran los procedentes de la asignación tributaria (3,9) y los de patrimonio y otras actividades (3,8). EFE