El lanzador de peso Manuel Martínez, excapitán de la selección española de atletismo y bronce olímpico en Atenas 2004, posa durante una entrevista con EFE en León. EFE/ J. Casares

Manolo Martínez, del atletismo a la música

Fernando Pérez Soto | León (EFE).- Del atletismo a la música: Manuel Martínez, excapitán de la selección española de atletismo y bronce olímpico en Atenas 2004 en lanzamiento de peso, continúa con su “voracidad cultural” que ahora amplía al mundo de la música con su nuevo proyecto “Tribu Touca”.


Antes de abandonar la práctica del atletismo en 2011, después de una carrera plagada de éxitos, nacionales e internacionales hasta ahora no repetidos por lanzadores españoles, “Supermán” Martínez (León, 1974), mostró sus inquietudes con el mundo del arte.

El lanzador de peso Manuel Martínez, excapitán de la selección española de atletismo y bronce olímpico en Atenas 2004, posa durante una entrevista con EFE en León. EFE/ J. Casares


Escultura, pintura, poesía o interpretación han sido hasta el momento sus predilecciones dentro de una variopinta oferta que le permitía compaginar deporte y arte, sus dos “pasiones”.


El propio atleta lo resume, en una entrevista con EFE, con una sencilla reflexión: “para mí es la vida, lo que me da ganas de levantarme e ilusionarme cada día, independientemente de que los diferentes proyectos tengan más o menos éxito y, al fin y al cabo, todo son ilusiones”.

La música es lo que más me llega al corazón


Todo lo tiene perfectamente definido en el siguiente axioma: “la música es lo que más me llega al corazón, la escritura lo que me sana, lo audiovisual lo que me da el dinero, y al deporte y al atletismo, que también me da la seguridad, intento devolverle lo que me dio en la vida”.

El lanzador de peso Manuel Martínez, excapitán de la selección española de atletismo y bronce olímpico en Atenas 2004, posa durante una entrevista con EFE en León. EFE/ J. Casares


Lo que nunca ha dudado el fortachón deportista es en buscar la formación requerida, como hizo para sus proyectos cinematográficos, como “Estigmas” o interpretando a Goliath en las aventuras del “Capitán Trueno”, series de televisión o capitaneando proyectos televisivos de aventura.

Del Atletismo a la música, pero también a la literatura


Nada parece que se le resista al exdeportista, que no olvida tampoco la que fue su pasión durante años, el atletismo y los lanzamientos, y por ello dedica muchas horas a entrenar a lanzadores, algunos de ellos campeones en diversas disciplinas, pero también a atletas adaptados.


También ha creado una fundación para impulsar su deporte y ayudar a los diferentes clubes y deportistas, sin olvidar, de manera paralela, su vena artística.

De ella han nacido, como últimos “hijos”, dos libros que están en fase de maquetación y pronto verán la luz, uno destinado al público infantil “El niño gigante” que, a modo de cuento, relata su etapa de vivencias infantiles para un niño con ciertos complejos por su “voluminosidad”.

Y un libro de cuarenta postales poéticas, elaboradas en ambos casos por él mismo tanto las ilustraciones como las creaciones literarias, que recogen sus emociones de años de evolución, recopiladas durante la pandemia y que suponen, dice, “filigranas del lenguaje y emociones en ritmo musical”.


Ambos proyectos verán la luz a lo largo de un 2023 que estrena con otra pirueta, el proyecto musical “Tribou Touca”, en el que ha reunido a interpretes en un grupo abierto a la participación para la animación musical dirigido a todos los públicos.

“Tribou Touca”


“Es un proyecto colectivo que lidera y está enfocado a las fiestas, principalmente de pueblos, pero de cualquier localidad, con una mezcla de pop-rock electrónico, pasado por el tamiz de la música tradicional para jugar con la fusión, con el matiz diferente a otras orquestas que serán temas propios y no versiones”, según sostiene.


Su intención, tras publicar el primer tema, “Que viva la gente”, que “busca ser un himno para la fiesta”, es continuar en semanas posteriores difundiendo en las diferentes plataformas el resto de sus creaciones.


El nombre de este proyecto aúna el concepto de “tribu”, de ahí su simbología en las marcas de colores en sus caras y de vinculación con “llionés”, una de las lenguas más antiguas de España, con un término que quiere describir la interpretación musical, aunque su significado en el dialecto sea diferente.


El inagotable caudal de iniciativas de todo tipo no parece asustar a un hombre capaz de lanzar la bola de acero más allá de los 21 metros -registro nacional aún vigente- porque, como él mismo dice, “hace años, después de pasarlo mal” empezó a hacer lo que le “dictaba el corazón, siempre respetando todas las opiniones, pero sin miedo a nada”.


Además, añade, el deporte le hizo “aprender a fuego que si algo se trabaja y se pule, con tesón, constancia y repetición, se puede lograr hacer algo, al menos, digno”. EFE