Más de cuatro años ha tardado la escritora leridana Imma Monsó en armar su último título, "La mestra i la Bèstia", donde narra la peripecia de una joven y tímida maestra al llegar a un pueblo del Pirineo para su primer trabajo, una historia de iniciación, donde también reúne todas sus "pérdidas del pasado". EFE/Toni Albir

Imma Monsó: “En ‘La maestra y la Bestia’ reúno todas las pérdidas del pasado”

Barcelona, 21 feb (EFE).- Más de cuatro años ha tardado la escritora leridana Imma Monsó en armar su último título, “La mestra i la Bèstia” (“La maestra y la Bestia”, en castellano), donde narra la peripecia de una joven y tímida maestra al llegar a un pueblo del Pirineo para su primer trabajo, una historia de iniciación en la que reúne todas sus “pérdidas del pasado”.

Este martes, en un encuentro con periodistas, ha confesado que la primera imagen que tenía en la cabeza a la hora de sentarse frente al ordenador era la de una chica ingenua dejando su casa, muertos sus padres, para ejercer de maestra rural en los años sesenta, pero en el proceso de escritura “se cruzó el azar” y apareció la oportunidad de “ir a buscar el expediente de guerra de mi padre, del consejo de guerra sumarísimo que tuvo, y del que yo no tenía ni la más remota idea”.

Publicada por Anagrama en catalán y castellano, en la nueva novela de la escritora, que llega mañana a las librerías, la protagonista, Severina, tendrá que adaptarse a un entorno rural, en pleno franquismo, en una época de silencios y sobreentendidos, después de prepararse desde los siete años para “perderlo todo y a todo el mundo”.

En su nuevo hábitat, tras dejar atrás una casa junto a una carretera, en tierras gerundenses y en la que vivió hasta los 19 años con sus padres Román y Simona, contactará con diferentes personajes como la protectora Justa o Simeó, la Bèstia, por quien sentirá una especial atracción.

NO ES UNA CRÓNICA

“No tenía -ha señalado- ninguna intención de hablar de mis padres, pero ha pasado. Sin embargo, este libro no es una crónica y, de hecho, llevo ya muchos años obstinada en defender la ficción como tal y su peso, así como la importancia de convertir cosas que parten de la realidad. Es en este proceso que consigues un destilado que no sería si intentaras respetar los hechos reales al cien por cien”.

En este punto, ha desvelado que solo una de sus novelas, “Un home de paraula”, en la que narra la muerte de su compañero, es totalmente biográfica, y aunque aquí se haya documentado mucho y haya hablado con mucha gente, no todo está “estrictamente vinculado con mi realidad”.

A la vez, no rehuye que la aparición del expediente de guerra de su padre y la muerte de su madre poco antes de la pandemia han provocado que la novela haya acabado “reuniendo todos los lutos pasados, todas las pérdidas”.

No ha escondido que su madre fue maestra rural, igual que su tía, y que su progenitor, como el del libro, había vendido máquinas de escribir (una de ellas, al escritor Jesús Moncada cuando vivían en Mequinenza) o que el pueblo ficticio de Dusa puede tener concomitancias con Vilaller (Lleida), de donde procedía su padre, al que perdió cuando contaba con apenas ocho años.

Este hecho, ha comentado, pudo propiciar que no tuviera ni idea de su consejo de guerra sumarísimo, algo que descubrió cuando encontró su nombre en un libro como represaliado.

En plena pandemia, pudo leer el expediente, lo que le supuso un “impacto”, a pesar de que “era consciente del talante político de mi padre, pero no de manera explícita”.

Su madre, por otra parte, había hecho algunas insinuaciones, “pero cuando las hacía, yo era joven, y tampoco me interesaban especialmente. Y, quizá, tampoco no lo sabía todo, porque mi padre era mucho mayor que ella”.

Por otra parte, recuerda que una vez, muerto ya Franco, un tío suyo, mirando las montañas pirenaicas, emocionado, le dijo que su hermano conocía todo ese territorio “hasta el último centímetro, pero yo no sabía por qué y cuando pregunté se inventó alguna cosa, y eso que era de la misma cuerda que mi padre”.

Más de cuatro años ha tardado la escritora leridana Imma Monsó en armar su último título, "La mestra i la Bèstia", donde narra la peripecia de una joven y tímida maestra al llegar a un pueblo del Pirineo para su primer trabajo, una historia de iniciación, donde también reúne todas sus "pérdidas del pasado". EFE/Toni Albir
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