Lleida (EFE). La Comunidad General de Regantes de los Canales de Urgell, que abastece a más de 70.000 hectáreas agrícolas en el Pla de Lleida, ha iniciado este mediodía el histórico cierre de su canal principal a causa de la sequía, que está obligando a los payeses a modificar el tipo de cultivos para este verano.
“Estamos en una situación sin precedentes” al haber cerrado, tras 161 años de historia, el canal principal de Urgell, que gestiona el Ministerio de Agricultura, ha recordado hoy la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, que ha urgido al Estado a ayudar a su modernización para administrar mejor el agua: “Haremos todo lo que esté en nuestra mano, si el Gobierno español no toma medidas”.
Esta drástica medida supone acabar de forma anticipada la campaña de riego en abril, cuando apenas hace un mes que comenzó, y afecta a 50.000 de las 70.000 hectáreas que abastecen los canales de Urgell.
Los regantes han confirmado que, aunque llueva, no saben si la campaña se podrá retomar antes de septiembre debido a que el agua que queda es para abastecer a la población, a la industria y la ganadería.
Las compuertas del canal principal de los Canales de Urgell se han cerrado este mediodía, y el agua dejará de circular de forma progresiva durante toda la jornada y mañana miércoles.
El canal no quedará seco, siempre circulará una lámina de agua que servirá para garantizar los abastecimientos de los municipios, puesto que el canal lleva agua potable a una población de unos 77.000 habitantes de cinco comarcas de Ponent.
Hay unas 20.000 hectáreas que no se ven afectadas por el cierre, puesto que el canal auxiliar, que lleva agua del río Noguera Pallaresa, no se encuentra en una situación tan crítica de reservas y en principio tiene la campaña asegurada hasta septiembre.
La comunidad de regantes aplicará a partir de este martes el sistema de gestión del invierno, que consiste en abrir el canal una semana de cada tres, pero duplicando la reserva de agua para garantizar el consumo en los municipios.
En verano, el consumo de agua se duplica, y por eso fijarán un sistema de vallas en el canal para almacenar el agua y distribuirla según la demanda.
El director general de los Canales de Urgell, Xavier Díaz, ha admitido que, aunque llueva en las próximas semanas, es complicado asegurar que se pueda retomar la campaña de riego debido a que tendría que llover con mucha abundancia en las cabeceras para poder recuperar las reservas en los embalses y ganar volumen para la campaña de riego del año que viene.
Desde la comunidad de regantes se pidió hace semanas evitar la plantación de maíz o cereal de verano, puesto que se trata de un cultivo que consume mucha agua.
Los fruteros, principalmente manzana y pera, tampoco tienen la cosecha asegurada, y el agua que se dará puntualmente solo garantizará su supervivencia ante el calor del verano.
Los regantes, por su parte, han manifestado su preocupación por la situación y han pedido ayudas para paliar las pérdidas económicas que supondrá el cierre anticipado del regadío.
Además, han solicitado una revisión de los planes de gestión de los recursos hídricos y una mayor inversión en infraestructuras de almacenamiento y distribución de agua.
En este sentido, Díaz ha señalado que la situación actual demuestra la necesidad de una gestión más eficiente del agua y de una mayor colaboración entre los diferentes usuarios del recurso: “Es fundamental que trabajemos todos juntos para encontrar soluciones a largo plazo que nos permitan hacer frente a las sequías y garantizar un uso sostenible del agua”.
Por otro lado, el cierre del regadío también tendrá consecuencias en el sector turístico de la zona, ya que muchos de los municipios afectados por la medida dependen en gran medida del turismo rural y de las actividades relacionadas con el agua, como la pesca y los deportes acuáticos.