Barcelona (EFE).- El Servei Català de Trànsit (SCT) prevé que durante el puente del 1 de mayo saldrán del área de Barcelona 440.000 vehículos, ante lo que los Mossos desplegarán a 1.200 agentes y activarán más de 1.200 controles.
En un comunicado, Trànsit ha apuntado que durante el puente del 1 de mayo los momentos donde se podrán concentrar más problemas de circulación son mañana viernes, a partir de las 15.00 horas, el sábado durante al mediodía y, ya en el regreso, en toda la tarde del lunes.
El dispositivo especial comenzará el viernes a las 15 horas y durará hasta el lunes a las 24 horas, en el cual reforzarán la vigilancia con 1.202 efectivos de Mossos d’Esquadra, encargados de realizar más de 1.200 controles, mayoritariamente de alcoholemia y drogas y de seguridad pasiva.
Las vías donde se prevé que se acumulen más retenciones durante la salida son la AP-7 entre Gelida y Sant Sadurní d’Anoia, Barberà y Llinars del Vallès y a la altura de Maçanet de la Selva; en la B-23 en el Papiol, B-30 en Cerdanyola del Vallès, C-17 en Parets del Vallès y la C-58 entre Barcelona y Sant Quirze del Vallès.
En cambio, en la vuelta los atascos se concentrarán en los tramos de la AP-7 entre Llinars y La Roca del Vallès, Vilafranca del Penedès y Sant Sadurní d’Anoia y a la altura de Castellbisbal.
La C-32 también podrá encontrarse congestionada entre las 17 y 22 horas del primero de mayo entre Matarò, Teià, Viladecans y Sant Boi de Llobregat, Mataró y Montgat. Asimismo, podrían registrarse retenciones en la B-20 en Santa Coloma de Gramenet y la C-31 en Santa Cristina d’Aro.
Para mejorar la fluidez del tráfico durante el retorno del lunes, en el que el SCT prevé que regresen a Barcelona unos 270.000 vehículos, Trànsit prevé montar carriles adicionales en el sentido contrario al habitual en la AP-7 entre Vilafranca del Penedès y Molins de Rei y entre Sant Celoni y Montornès del Vallès, así como en la C-32 en Sant Andreu de Llavaneres.