Las Comunidades de Regantes avisan que Cataluña vive una “alerta alimentaria”

Barcelona, (EFE).- La Asociación Catalana de Comunidades de Regantes (ACATCOR) ha alertado sobre las graves consecuencias de la sequía en determinadas producciones agrícolas de todo el territorio catalán y han advertido de la “alerta alimentaria” que vive Cataluña.

En un comunicado, la ACATCOR, cuya junta directiva se reunió ayer, ha hecho balance y ha detallado la situación de cada comunidad de regantes de Cataluña a consecuencia de la sequía.

En este sentido, ha destacado la situación de la Comunidad de Regantes del Pantano de Riudecanyes, que el pasado verano sólo pudo disponer de una dotación del 41,67% de la normal, y este año no tiene suficiente agua para el riego de sus dos cultivos principales, el avellano y el olivo.

Pérdida de cosechas

Esto tiene consecuencias graves, como la necesidad de arrancar los avellanos que no tengan otras alternativas de riego, la pérdida de la cosecha de olivo y las repercusiones sobre toda la industria agroalimentaria que gira en torno a estos cultivos.

Desde esta Comunidad de Regantes alertan de que, aparte de la repercusión directa sobre el productor, tiene repercusiones sobre toda la industria agroalimentaria que gira en torno a estos cultivos, propicia el abandono del campo, el incremento de la masa forestal y del consiguiente riesgo de incendio y el descontrol de la fauna salvaje

La Comunidad de Regantes Sindicato Agrícola del Ebro también se encuentra en una situación complicada a causa de la sequía, pues actualmente, sólo tiene disponible el 50% de la concesión para regar las 11.000 hectáreas de cultivos.

Si no hay mejoras, se prevé que tengan que finalizar el riego a partir del mes de julio o agosto, lo que podría comportar la pérdida de la cosecha del arroz en el Delta, así como grandes pérdidas para las zonas donde se cultivan hortalizas y cítricos.

En las Comunidades de Regantes del Ter, la situación de sequía implica una reducción importante en la cantidad de agua concedida para este año, que pasa de 71,14 hm/3 en 2022 a sólo 38 hm/3 para este año.

Esto ha supuesto restricciones en la variedad de cultivos que se pueden realizar, y en la zona de arroz se ha optado por sembrar sólo el 50% de la superficie, mientras que en el caso del maíz también se ha decidido sembrar sólo el 50%.

En el caso de los frutales con riego por goteo, se ha optado por darles sólo el 80% del agua y en el caso de los que tienen riego con canaleta, sólo el 60%. Por lo que respecta a los viveristas, también se ha reducido su caudal hasta el 50%.

Esto podría suponer importantes pérdidas para los productores, sobre todo en el caso del arroz, que no tiene otro cultivo sustitutivo posible. La comunidad ha criticado la falta de respuestas claras del Departamento a lo largo de los últimos meses y ha pedido una actuación urgente para evitar que la situación afecte gravemente al sector agrícola en toda Cataluña.

La Comunidad de Regantes Margen Izquierdo Río Muga ha informado de que la situación de sequía en esta cuenca se ha agravado este año, pues los regantes sólo han recibido un 13,5% del agua concedida en 2022.

La ganadería, también afectada

Esto ha provocado que muchos regantes hayan tenido que cambiar los cultivos, con el consiguiente impacto económico. Asimismo, la ganadería es uno de los sectores más afectados por las restricciones, puesto que tiene dificultades para obtener comida para los animales.

Las Comunidades de Regantes de Tarragona están sufriendo una fuerte sequía que afecta a sus pozos y obliga a dejar caudales ecológicos en el río Francolí, lo que provoca la muerte de los avellanos y la pérdida de producción durante 10 años hasta que se pueda plantar de nuevo.

En este sentido, la Comunidad de Regantes de Valls alertó de que, si esta situación continúa, la pérdida de campesinado será inminente, y pidió a las autoridades competentes que se tomen medidas para evitar esta situación.

El Canal Segarra-Garrigues es actualmente el encargado de regar más de 7.000 hectáreas de terreno, pero la situación de sequía está afectando gravemente a la producción agrícola.

Las 2.147 hectáreas destinadas a cereal de invierno y maíz sólo podrán realizar una cosecha, ya que la sequía impide el cultivo de verano, mientras que para los otros cultivos, el agua disponible es insuficiente para salvar los árboles y garantizar una cosecha.

La Comunidad de Regantes de la Terra Alta tiene 8.400 hectáreas en regadío, principalmente de viñedo, olivos y árboles frutales, con un riego eficiente de soporte por goteo que se ha construido hace más de 20 años.

Si no hay suficiente lluvia, las parcelas de secano tendrán una cosecha de uva muy afectada, mientras que las que tienen riego podrán obtener una buena cosecha de uva y aceitunas.

La situación en el Canal de Urgell es grave, ya que el canal principal riega 50.000 hectáreas y se ha tenido que priorizar el riego de los árboles por encima de los cultivos de cereal de invierno y otros cultivos como la alfalfa.

En este sentido, no se ha podido completar totalmente el riego del cereal de invierno, y hay 15.000 hectáreas de cultivos como la alfalfa que no se riegan desde que cerró el Canal d’Urgell.

Regar para salvar los árboles

Actualmente, sólo se puede realizar un riego para los árboles a principios de junio, pero no se tiene garantía de poder salvarlos durante toda la campaña, ya que los árboles requieren ser regados periódicamente hasta septiembre y por ahora no hay agua garantizada y se depende de la pluviometría.

Las comunidades de regantes asociadas en ACATCOR solicitan un plan de ayudas por parte de las administraciones para hacer frente a esa situación de persistente sequía.