Roger Mateos
Barcelona (EFE).- La cita del 28M puede ofrecer pistas sobre el equilibrio de fuerzas actual en Cataluña: ERC afronta su primer test con Pere Aragonès como president, el PSC espera ver reforzada la alternativa que abandera Salvador Illa y, para JxCat, el resultado puede ser clave para resolver su pulso interno latente.
Esto es lo que hay en juego, en clave catalana, el 28M:
1. Primeras urnas con Aragonès en la Generalitat
Aunque el propósito de unas elecciones municipales sea validar o apartar alcaldes y renovar ayuntamientos, los resultados del 28M serán también leídos como diagnóstico del estado de fuerzas actual en Cataluña, superado el ecuador de la legislatura y con un Govern de Aragonès en franca minoría -33 de 135 diputados- en el Parlament.
ERC parte con ventaja en la carrera local catalana, con más de 800 candidaturas municipales, pero un pinchazo de Ernest Maragall en Barcelona -las encuestas lo sitúan cuarto-, un estancamiento en el área metropolitana barcelonesa -donde los republicanos aspiran a crecer- o una eventual pérdida de las alcaldías de Tarragona y Lleida serían un síntoma preocupante para un Aragonès que busca estabilizarse y lucir gestión pese a su debilidad parlamentaria.
2. Postprocés: El PSC se reacomoda, Junts redefine su identidad
Con la carpeta del proceso independentista prácticamente ausente de la campaña, el PSC disfruta de un nuevo clima político que juega a su favor: es la primera fuerza en el Parlament y usa sus votos para ser decisivo en cuestiones clave -incluidos los presupuestos- porque ERC y JxCat ya no hacen ascos a pactar con los socialistas, una tendencia que puede acentuarse a nivel municipal tras el 28M.
En cambio, JxCat sufre las turbulencias derivadas de sus debates internos y su salida del Govern el pasado otoño: un triunfo de Xavier Trias en Barcelona -con un discurso propositivo que aparca el procés- reforzaría las voces que reivindican un giro moderado y haría menguar aún más el peso de Laura Borràs, a quien algunos sectores querrían desplazar de la presidencia del partido, pero un fracaso del exalcalde de CiU podría agitar de nuevo las aguas.
3. Barcelona: Plaza clave para Sánchez, Díaz se vuelca con Colau
Una victoria del socialista Jaume Collboni en Barcelona podría ser balsámica para Pedro Sánchez en la noche electoral, como contrapeso a posibles malas noticias en otras ciudades o comunidades autónomas donde el PSOE puede perder posiciones, por lo que el presidente del Gobierno ha decidido arropar al PSC en el cierre de campaña el 26 de mayo, un gesto que pone de manifiesto la importancia que le concede a los resultados en la reñida batalla en la capital catalana.
También Yolanda Díaz le otorga máxima prioridad: hasta tres días está previsto que la vicepresidenta segunda del Gobierno coincida con la alcaldesa y candidata de Barcelona en Comú a la reelección, Ada Colau, cuyo triunfo entiende que reforzaría su proyecto de Sumar, al que los comunes ya han expresado su adhesión.
4. Área metropolitana: El PSC busca confirmar su hegemonía
El dominio socialista en el llamado ‘cinturón rojo’ barcelonés es generalizado y los candidatos del PSC -Núria Marín en L’Hospitalet de Llobregat, Núria Parlon en Santa Coloma de Gramenet o Antoni Balmón en Cornellà de Llobregat, entre otros- tratarán de consolidar sus bastiones.
Hay excepciones: El Prat de Llobregat es territorio de los comunes con Lluís Mijoler a la cabeza, el popular Xavier García Albiol busca la mayoría absoluta en Badalona para frustrar pactos multipartitos que lo dejen de nuevo sin alcaldía, mientras que ERC desea aumentar su peso en el área metropolitana y una de sus apuestas mediáticas es Gabriel Rufián para recortar distancias con Parlon en Santa Coloma.
5. ¿Vuelco en las capitales de provincia?
Nadie parece tener garantizada su victoria en las otras tres capitales de provincia, en las que el PSC se quedó sin la alcaldía en 2019 y ahora quiere resarcirse.
En Tarragona, los socialistas esperan recuperar el timón del ayuntamiento, ahora en manos del republicano Pau Ricomà; en Lleida, también confían en superar a la ERC del alcalde Miquel Pueyo, mientras que, en Girona, el adiós de Marta Madrenas abre las puertas de la alcaldía a la exconsellera de JxCat Gemma Geis, aunque Sílvia Paneque, la candidata del PSC, no tira la toalla.
