Barcelona/Zaragoza (EFE).- El frente de lluvias del pasado fin de semana ha dado un respiro a la grave sequía de Cataluña aunque insuficiente, pues las reservas de las cuencas internas han crecido solo medio punto porcentual y están al 14,7%, en contraste con los embalses de la cuenca del Ebro que nutren la comunidad, que están al 44,49%.

Las precipitaciones caídas este pasado fin de semana en Cataluña han dejado cerca de cien litros por metro cuadrado en el macizo del Montseny (Barcelona) y hasta medio metro de nieve nueva en zonas del Pirineo y Prepirineo, donde muchas de las estaciones de esquí han asegurado su apertura en Semana Santa.

Pero la sequía que Cataluña arrastra desde 2020 es tan intensa que el impacto de las últimas precipitaciones -parte de ellas en forma de nieve que aún no se ha deshecho- ha sido menor en los pantanos.

Si el pasado sábado las cuencas internas estaban al 14,4% (100 hm3), este lunes han subido medio punto hasta el 14,9% (103,6 hm3).

Teniendo en cuenta solo el sistema Ter-Llobregat -que abastece Barcelona y parte de Girona-, los embalses han pasado en el mismo periodo del 14,7% (90,5 hm3) al 15,3% (93,9 hm3).

En cambio, tras las lluvias de los últimos días no solo en Cataluña sino en Aragón y Navarra, los embalses de toda la cuenca del Ebro se encuentran ya al 70 % de su capacidad, con 5.471 hectómetros cúbicos de los 7.800 que pueden albergar en su totalidad.

Si se tiene en cuenta solo los embalses de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) que nutren Cataluña, principalmente en las provincias de Tarragona y Lleida, estos no están tan llenos pero mucho mejor que las cuencas internas: están al 44,49%.

Esta cifra es más alta que en semanas anteriores y supera la registrada hace un año, cuando estaban al 38%.