Explotación agrícola dedicada al cultivo de fresas. EFE/Archivo

Aplican bacterias a los residuos de fresa para obtener biogás

Huelva, 12 sep (EFE).- Un equipo de investigación del Instituto de la Grasa (CSIC) ha aplicado bacterias a los residuos generados de fresa para obtener biogás a través de una técnica biológica, más barata, rápida y alternativa a la gestión de residuos tradicional.

De este modo, también obtienen otros bioproductos como el ácido acético, que sirve para síntesis de productos químicos como los plásticos, y biofertilizantes para cultivos agrícolas, ha informado la Fundación Descubre en un comunicado.

Así, los investigadores del grupo Bioprocesos Aplicados a la Economía Circular contribuyen a la economía circular, es decir, al reciclaje de un desecho que normalmente no se recicla para convertirlo en recursos útiles.

Para ello añadieron este residuo de fresa a tres reactores, que son tanques de cristal con una capacidad de 2 litros aproximadamente; en todos ellos se mantuvo una temperatura de 35 grados centígrados y se introdujo un cultivo mixto de bacterias anaerobias, que son aquellas que consumen materia orgánica y la degradan en ausencia de oxígeno para obtener bioproductos como el metano. Este proceso se denomina digestión anaerobia.

Cada reactor poseía unas condiciones de pH diferentes; en el primer reactor, las bacterias anaerobias consumieron el residuo de fresa en condiciones con un pH 5 durante 32 días.

De éste, se extrajo hasta un 42 % de ácido propiónico de la materia orgánica (el residuo de fresa), aproximadamente, media cucharada de este líquido al día. Éste podría emplearse como herbicida y fragancia de diferentes productos químicos.

En el segundo, las bacterias consumieron el residuo de fresa en menos de 2 días y transformaron el 70 % de éste en metano, es decir, unos 340 mililitros de metano por cada gramo de materia orgánica, el equivalente a media botella pequeña de agua al día.

“El biocombustible producido puede transformarse en energía que beneficie a empresas del sector agroalimentario”, ha explicado el investigador del Instituto de la Grasa (CSIC) Juan Cubero Cardoso.

Por último, en el tercer reactor, los microorganismos digirieron el jugo de fresa y produjeron hasta un 50% de ácido acético en 32 días, como media cucharada diaria de esta sustancia; este bioproducto se puede emplear para sintetizar bioplásticos mediante otros procesos biológicos.

Los investigadores indican que materia orgánica sobrante de los tres tratamientos podría emplearse como biofertilizante para la industria agroalimentaria.

De este modo, los expertos harían un uso integral de la biomasa de fresa: “Con esta investigación, contribuimos para aprovechar al máximo residuos que suelen desecharse y vamos seguimos la línea que marcan los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, ha comentado Cubero.