La investigadora y neurobióloga Mara Dierssen, antes de recibir el Emboque de Oro. EFE/ Román G. Aguilera.

Mara Dierssen: Se puede tener todo, se puede tener familia y ser científica y hacerlo bien

Santander (EFE).- La investigadora y neurobióloga Mara Dierssen reivindica la ciencia por su impacto porque “detrás de los tubos hay personas” y defiende que, aunque a las mujeres les cuesta más llegar a posiciones de liderazgo, “se puede tener todo”, compatibilizando una carrera científica con la vida familiar.

Dierssen (Santander, 1961) ha recibido el Emboque de Oro con el que la Casa de Cantabria en Madrid distingue a cántabros ilustres por sus logros y trayectoria, un reconocimiento que agradece y que ve como “toda una declaración en favor del conocimiento y de la ciencia”.

La ciencia es “motor de futuro” y por eso, en una entrevista con EFE, Dierssen reivindica los cambios necesarios y un mayor apoyo para que el sistema científico y de investigación “sea lo suficientemente sólido” y “traspase las veleidades y avatares políticos”.

El objetivo ha de ser que los fondos para ciencia no dependan de las decisiones de los partidos. “Tiene que trascender eso, la ciencia no es cortoplacista, la ciencia necesita tiempo, no puedes depender de la voluntad política”, insiste.

La ‘pega’ que ve esta investigadora es que en España “siempre se ha vivido un poco de espaldas a la ciencia” pese a que se han dado pasos “que dan la sensación” de mayor soporte aunque “luego, en el día a día, no es cierto”.

Según manifiesta, la fuerza para seguir avanzando la encuentran los científicos “en esa sed de conocimiento” que se mantiene.

“Yo siempre he dicho y diré que detrás de los tubos hay personas, y para mí la satisfacción más grande de un científico es que sus descubrimientos tengan después un impacto social y que de verdad ayuden a las personas”, subraya.

También apuesta por replantear cómo se educa a los jóvenes para que “aprender no sea un suplicio” sino “que apetezca y motive”, y de esa manera fomentar el pensamiento crítico y la vocación científica.

Mara Dierssen, en un laboratorio tras una entrevista con EFE. EFE/Marta Pérez.

Liderazgos

Emprender la carrera científica no es fácil, y menos siendo mujer, aunque Dierssen asegura que nunca pensó en ‘tirar la toalla’ porque se ve “una luchadora nata” y ha encarado cada obstáculo como un “acicate”.

“Para mí cada problema y cada dificultad me han hecho ponerme de pie y decir, venga, voy por ello”, destaca, antes de señalar que en sus inicios “las cosas todavía estaban más polarizadas y la ciencia era fundamentalmente masculina”.

A las mujeres, según abunda, les cuesta mucho llegar a posiciones de liderazgo, tanto en ciencia como en cualquier otro campo. “Tenemos limitaciones que son casi inherentes a nuestra cultura. De entrada, ya se considera que una mujer no es buena líder”, lamenta.

Pero su mensaje es otro, y lo primero que transmite es que “una se lo tiene que creer”. “Todas tenemos el síndrome del impostor, cuando estás parece que no te lo has ganado, que no lo mereces o que no sirves y no es así”, afirma, pero antes de recomendar a toda mujer que, vaya donde vaya, lo haga preparada y habiendo estudiado todo.

Dierssen es una convencida de que “se puede tener todo”, en su caso una familia con marido y cuatro hijos compatibilizada con una carrera científica sobresaliente.

A lo que ha renunciado es “a dormir” o a “no tener tanto tiempo para una misma”, pero todo “depende”.

“Porque si te gusta lo que haces, si tu trabajo te llena, no estás renunciando a nada. Nosotros no hemos renunciado a gran cosa, hemos ido de viaje con los chavales, nos hemos metido en cosas solidarias, hemos hecho de todo…”, dice.