Ilustración de la nave espacial DART y del microsatélite LICIACube. EFE/NASA/Johns Hopkins APL/Steve Gribben

Una misión de película: la NASA lanza una sonda para estrellarla contra un asteroide y desviarlo

En la que supone la primera prueba de defensa planetaria, la NASA pretende estrellar en la madrugada de este martes una nave no tripulada contra un asteroide para desviar su trayectoria, en una misión digna de película que recuerda a títulos como Armageddon.

La nave, llamada DART, ha costado en torno a 330 millones de dólares y su viaje hasta el asteroide supone la culminación de más de cinco años de trabajo de un equipo de científicos en Estados Unidos que busca defender a la Tierra de amenazas espaciales.

La NASA pretende chocar intencionalmente en la madrugada de este martes (sobre la 01:14, hora española) con el asteroide Dimorphos, ubicado a 11 millones de kilómetros de la Tierra, en un viaje kamikaze con el que se quiere probar si el uso de una sonda sin carga explosiva es suficiente para cambiar ligeramente su órbita.

Cómo evitar que un asteroide choque contra la Tierra

“Es imposible predecir si en 10, 100 o 200 años, pero obviamente en algún momento de la historia nos vamos a encontrar un asteroide de varias decenas de metros de diámetro en ruta de colisión directa”, explica a EFE el astrofísico Josep Maria Trigo-Rodríguez, que forma parte del equipo científico de la misión.

La misión de la NASA tiene proyectado estrellarse contra el asteroide Dimorphos. EFE

De hecho, recuerda que en 1908 un asteroide con 50 metros de diámetro produjo la devastación de Tunguska (Rusia), arrasando más de 2.150 kilómetros cuadrados de taiga siberiana -por pocas horas no cayó sobre San Petersburgo-, lo que cambió para siempre la visión del peligro de este tipo de impactos.

La propia NASA retransmitirá en directo esta prueba gracias al nanosatélite italiano LiciaCube, que hace unos días de separó de DART para observar todo el proceso, captar imágenes de la colisión y de la nube de materiales eyectados.

Trigo-Rodríguez señala que Dimorphos es el asteroide escogido para este test: cuenta con 160 metros de diámetro y forma parte junto a un segundo asteroide del sistema Didymos, considerado “potencialmente peligroso” .

Ya está previsto que el próximo año parta la misión Hera, de la Agencia Espacial Europea (ESA), para analizar en profundidad el cráter de impacto y el daño causado en Dimorphos.

“Esto es importante para saber hasta qué punto para un objeto de 160 metros hace falta un proyectil menor o mayor. Además aportará datos sobre la composición, estructura y naturaleza del sistema de asteroides”, detalla el científico español.

Edición Web: Óscar Tomasi