Una mujer observa el cuadro "Hipómenes y Atalanta", una de las obras más célebres de Guido Reni, durante la presentación de la obra tras su reciente restauración, este miércoles en el Museo del Prado. EFE/ Borja Sanchez-Trillo

“Hipómenes y Atalanta” de Reni luce con su luminosidad original en el Prado

Madrid, 28 sep (EFE).- “Hipómenes y Atalanta”, uno de los cuadros más icónicos del Museo del Prado, luce nuevamente con su esplendor original tras una larga restauración que le ha devuelvo la luminosidad, la forma y el color original con el que lo pintó el italiano Guido Reni.

El cuadro cuelga desde ese miércoles en la Galería Central del museo madrileño en una estructura especial, y allí permanecerá hasta que viaje en noviembre a Fráncfort, Alemania, donde se prepara una exposición sobre Guido Reni que llegará a Madrid en 2023.

“El aspecto de la obra era muy confuso. Los barnices habían perdido la transparencia y no podíamos ver claramente la escena”, ha explicado Almudena Sánchez, restauradora del Prado, que ha trabajado en la pieza durante nueve meses.

“Hipómenes y Atalanta” es un lienzo de grandes dimensiones (206 x 279 cm), y una de las obras más emblemáticas del barroco boloñés. La escena retrata un instante de la carrera entre Atalanta, hija del rey de Arcadia, e Hipómenes.

La heroína se había ofrecido en matrimonio a aquel que fuera capaz de vencerla en la carrera, donde tenía una habilidad sobresaliente, pero el castigo para los perdedores era la muerte.

Hipómenes gana con la ayuda de Venus, que le proporciona varias manzanas para que se las fuera tirando a su oponente en la carrera. Guido Reni (1575-1642) plasma justo ese momento, y consigue recoger con delicadeza el esfuerzo de los cuerpos de ambos.

La restauración ha eliminado la tonalidad amarillenta sobre los cuerpos de Atalanta e Hipómenes y ha quitado opacidad al paisaje en el que se desarrolla la escena. “La franja que más ha mejorado es la del mar, cuyo azulado oscuro ha emergido tras la restauración”, ha señalado la restauradora.

Ahora se ve más nítidamente el perfil de Atalanta, la delicadeza de sus facciones y el sutil sonrosado de sus mejillas. “Ahora podemos ver una imagen más parecida a la que concibió Reni”, ha explicado la restauradora.

El cuadro ha sido también dotado con un nuevo marco. Con el paso de los años se le añadieron dos bandas adicionales de pintura (de 7 y 13 cm) que no eran originales y que desvirtuaban la posición de la escena.

“Estas dos bandas ampliaban la obra y desplazaban la escena -ha señalado-. Se ha elegido un nuevo marco expresamente para ocultar estas bandas y ahora lo único que vemos es lo pintado por Reni”.