València (EFE).- La pianista portuguesa Maria Joao Pires y Alexander Liebrich, director musical y artístico de la Orquesta de València, han iniciado con éxito la temporada 2022-2023 del Palau de la Música con un concierto en el que se ha combinado el clasicismo de Mozart con la modernidad de Stranvinski, Penderecki y Panufnik.
Maria Joao Pires ha deleitado al público valenciano, que llenaba el teatro Principal, con una inspirada interpretación del concierto para piano número 23 de Wolfgang Amadeus Mozart, considerado como uno de los más importantes de la extensa producción del genio salzburgués.

El aplauso de la Orquesta
Con sobriedad y sentimiento, Pires, de 78 años, ha puesto de manifiesto su extraordinaria técnica y virtuosismo, haciendo fluir las melodías, lo que le ha valido no solo el aplauso entusiasta del público valenciano, sino también de todos los integrantes de la 0rquesta de València, que la acompañaron con brillantez.
Como propina, la pianista portuguesa ofreció un pasaje de la transcripción para piano de un concierto italiano realizada por Johann Sebastian Bach, una pieza con la que volvió a dejar patente su técnica y sus dotes virtuosísticas, con la complacencia y el respeto de un público entregado.
En este primer concierto del Abono de Otoño de la Orquesta de València, Alexander Liebreich, que estrenaba su condición de director musical y artístico, ha incorporado dos piezas de sendos compositores polacos.
Así ha establecido una conexión entre su anterior responsabilidad, al frente de la a Orquesta Sinfónica Nacional de la Radio Polaca, con su actual responsabilidad, al frente de la agrupación valenciana, y su apuesta por la obra pianística de Mozart.

Al inicio de la primera parte del concierto se interpretó ‘El despertar de Jacob’, una de las obras más populares de Penderecki, basado en un relato bíblico del Libro de Moisés, que supone una transición desde las vanguardias musicales del siglo XX a las formas de un neo-romanticismo.
En la segunda parte, y tras la actuación de Pires con el concierto nº 23 de Mozart, la Orquesta de València interpretó ‘Landscape’ (Paisaje), del también polaco Andrzej Panulfi, en la que se describe las sensaciones de un paisaje visualizado en su imaginación, con reminiscencias a Polonia y a la Inglaterra a la que se exilió.
Dirección concienzuda
El concierto culminó con la suite ‘Pulcinella’, de Igor Stravinsky, a partir del ballet del mismo nombre, basado en un personaje característico de la ‘Commedia dell’arte’, con la que el compositor ruso abre su periodo neoclásico.
En los nueve números de que consta la obra, Stravinsky da nuevos aires a temas barrocos y palaciegos como la tarantella o la gavota.
Con un dirección concienzuda, Liebreich ha conseguido dotar a la Orquesta de Valencia de la flexibilidad suficiente para interpretar con igual excelencia obras del siglo XVIII y del XX, un salto cualitativo que coincide con el 80 aniversario de la creación de la agrupación musical valenciana. EFE
Edición web: Adolfo Ibarra