Ramón Pérez, responsable de la expedición de los rescatadores en el terremoto de Turquía y que, tras lograr rescatar con vida a tres personas, cuenta a EFE que estos días han sido "muy intensos" y los califica de "experiencia vital inolvidable". EFE/Biel Aliño

Bomberos de Valencia rescatan a tres personas en Turquía: Nos tocó el Gordo

València (EFE).- Miembros de la Unidad de Rescate en Emergencias y Catástrofes (UREC) del Consorcio de Bomberos de Valencia lograron rescatar a tres personas con vida de entre los escombros del terremoto que ha sacudido Turquía: después de hacer diez valoraciones y cuando volvían al campamento base, les tocó el Gordo, una experiencia “inolvidable” para el equipo.

Así lo ha narrado el responsable de la expedición de la UREC de Valencia en Turquía para ayudar en las labores de rescate, Ramón Pérez, quien se queda con la dignidad y el saber estar de las personas que han perdido “todo” y que reciben a los rescatadores con “mucho cariño y agradecimiento”.

A su regreso a España la noche de este domingo después de varios días en el país, Pérez señala que la experiencia es muy intensa y agotadora, física y mentalmente, pero a la vez “muy enriquecedora”, “una experiencia vital inolvidable”.

Aunque los preparativos y los trámites administrativos “desgastan” hasta que se recibe la autorización para salir y cuando llegaron estaban “destrozados”, recibieron “un chute de fuerza interna” por el impacto de las imágenes en Turquía.

En esos momentos “piensas que no me puedo quejar de nada, del frío o del cansancio” al ver a la gente que ha perdido “todo”, sus familiares, sus casas, sus trabajos, recuerda Pérez, para apostillar: “Es como un subidón que te da el cuerpo, que aguanta lo que no está escrito”.

Escenario casi bélico en Turquía

Allí presenciaron un escenario “casi bélico, dantesco”, en una población de 350.000 habitantes, casi como Alicante, con prácticamente todos los edificios derruidos y los que no habían caído, estaban muy afectados y con peligro de derrumbe mientras los rescatadores están trabajando en el entorno.

Durante el día los bomberos procedentes de Valencia realizaron diez valoraciones, ninguna con éxito, pero cuando volvían al campamento base por la tarde-noche, en uno de los trabajos y después de seis horas, pudieron liberar mediante una galería horizontal a un padre y su hija, que habían quedado encerrados en un pequeño hueco protegido por una puerta acorazada en el derrumbe total de ese edificio.

Aguantaron tres días en esas condiciones y cuando los rescataron tras oír sus voces desde el interior de los escombros, fue “muy especial, una alegría total para nosotros”.

De un edificio próximo que se encontraba en un estado peligroso, rescataron a una tercera persona, a quienes sus familiares recibieron “con mucha emoción”, relata el rescatador.