El expresidente de la Generalitat Francisco Camps en la Audiencia Nacional, en una imagen de archivo. EFE/Fernando Villar

Rechazada petición de Camps de actuar contra la testigo que le señaló en Gürtel

Madrid/València (EFE).- La Audiencia Nacional ha rechazado autorizar al expresident de la Generalitat Francisco Camps a presentar una querella contra una funcionaria que la semana pasada apuntó en el juicio del caso Gürtel a presiones del exlíder del PP para adjudicar un contrato público a una empresa de la trama en 2004.

Un día después de su declaración, Camps presentó un escrito ante el tribunal que lo juzga por delitos de prevaricación y fraude en el que solicitaba que dedujese testimonio a esta testigo “al efecto de ejercitar contra ella querella por delito e falso testimonio”.

Una solicitud que este miércoles han desestimado los magistrados en una providencia, “sin perjuicio de su valoración en la sentencia que en su día se dicte”.

La declaración de la que discrepa el expresidente autonómico fue prestada por la secretaria de la directora general de Promoción Institucional de la Generalitat, organismo que adjudicó a la trama Gürtel algunos de los contratos que centran el juicio de esta rama de la macrocausa.

“El contrato vino dado”, según la secretaria

A preguntas de la Fiscalía, la testigo ratificó la declaración que prestó en 2014, en la que deslizó que el contrato sobre la elaboración de una guía de comunicación de 2004 “les vino dado” y que era “vox populi” que los responsables de la empresa Orange Market, entre ellos Álvaro Pérez, El Bigotes, “se reunían a niveles más altos”, de “presidencia” o “consellers”.

El paso del tiempo -casi 20 años de esa adjudicación- hizo que esta funcionaria no recordase “exactamente” lo que declaró, si bien indicó que si en ese momento lo dijo, “era así”, y preguntada sobre por qué les vino “dado” aquel contrato, señaló: “pues porque había que contratar con ellos y había que contratar con ellos”.

Confirmó además lo que dijo entonces acerca de que a su “entender” las “presiones” no venían del PP, sino del presidente -“sí, de Camps, de Francisco Camps”, señaló-.

Especialmente tenso fue el interrogatorio del abogado del expresidente Camps, a quien el tribunal llegó a pedir que bajase el tono. El letrado preguntó a la testigo si todo lo declarado lo supo por “el runrún”, por “lo que suena por ahí”. “Al final esa es la verdad”, respondió ella.