Un médico revisa la vista a una niña. EFE/Archivo

Aumenta de forma preocupante la miopía en menores, lo que afecta a su aprendizaje

Concha Tejerina | València (EFE).- El Colegio de Ópticos Optometristas de la Comunitat Valenciana advierte del “preocupante” incremento de casos de miopía en la población escolar y del “impacto significativo” que puede tener en su rendimiento escolar y su bienestar, ya que más del 80 por ciento del aprendizaje es a través de la visión.

“Se habla de salud mental, que es fundamental, pero también se debe hablar de la salud visual porque vivimos en un mundo muy visual”, subraya en declaraciones a EFE el presidente de la entidad colegial, Andrés Gené, quien destaca la necesidad de realizar revisiones periódicas y a edad temprana para detectar posibles problemas oculares.

La miopía afecta al 37% de la población

Según las últimos datos del Libro Blanco de la Salud Visual, el 37 % de la población general está afectada por miopía, ocho puntos más que en 2019, antes de la pandemia de covid, señala Gené, quien se hace eco de la posibilidad de que ese porcentaje pueda alcanzar el 50 % en los próximos años.

“El problema principal de la miopía es que hasta que no le enseñas que puede ver mejor cuando le pones unas lentes y es consciente de que puede ver mejor, piensa que todo el mundo ve así”, señala para añadir que, además de la miopía, hay que tener en cuenta otros problemas visuales como el astigmatismo, con una prevalencia del 35 %, o la a hipermetropía, cuya incidencia es algo menor.

Gené subraya que la miopía se considera “la pandemia del siglo XXI a nivel visual” y que puede afectar no solo al rendimiento escolar del menor “sino a su futuro profesional”, ya que muchos de ellos no pueden desarrollar “su máximo potencial académico”, y recuerda que el 20 % de los casos de fracaso escolar tiene una causa visual.

La regla del 20-20-20

Según Gené, el uso de pantallas digitales “en sí no es malo, pero todo en su justa medida”; el problema que existe en el uso de móviles, pantallas o videojuegos “es las horas que se pasan en un entorno muy próximo, que podría aumentar la miopía”, y subraya la necesidad de aplicar la regla 20-20-20 para reducir la fatiga visual.

“Significa que cada 20 minutos se debe descansar 20 segundos, mirar a lo lejos para relajar la visión y parpadear 20 veces para lubricar bien el ojo y que la lágrima se distribuya correctamente”, explica para insistir en que se deben hacer “descansos periódicos” y que no aproximen mucho los dispositivos a los ojos.

También es necesario marcar un límite de uso, indica Andrés Gené, que considera que un menor de 10 años no debería utilizar la tecnología de forma seguida durante más de dos horas a lo largo del día: “Más de media hora no sería bueno”.

Destaca asimismo la importancia de que salgan a la calle para jugar y que les dé la luz del sol, ya que disminuye el riesgo de ese avance de la miopía junto a otros tratamientos como lentes de contacto o algún fármaco, pues si aumenta mucho “se incrementan los factores de riesgo para desarrollar futuras patologías oculares”.

Revisiones periódicas

Tras destacar que el 30 % de la población no se revisa la vista de forma habitual, Gené destaca a EFE la necesidad de concienciar en la importancia de las revisiones periódicas, y advierte de que cuando hacen algún cribado en un colegio “se detecta que más del 50 % de los niños pueden tener problemas visuales”.

De ahí la importancia de prevenir y de educar a los padres y maestros para que, ante la mínima sospecha -ver que el menor se acerca mucho al televisor o la pizarra, ladea la cabeza o se frota los ojos habitualmente-, se derive al menor al óptico optometrista para valorar cómo tiene las capacidades.

En el Plan de Salud visual impulsado y financiado por la entidad colegial, al que se han sumado 150 ópticos optometristas y de momento una treintena de colegios de forma gratuita, una pieza importante son las charlas a padres y maestros para que sean capaces de detectar si el menor puede tener algún problema ocular.

Gené considera que en los centros escolares deberían ser habituales las revisiones oculares y que fuera la administración la que se hiciera cargo de las mismas, y señala que con 200 ópticos optometristas en la sanidad pública -ahora solo hay 32 en toda la Comunitat Valenciana- se podrían hacer estos cribados anuales reglados. EFE