El periodista Rodrigo Terrasa (i) y el dibujante Paco Roca (d) Civil.EFE/ Astiberri /// SOLO USO EDITORIAL /SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)

El nuevo cómic de Paco Roca y un periodista valenciano desentierra la memoria democrática

Mónica Collado| València (EFE).- “El abismo del olvido”, el nuevo cómic de Paco Roca junto al periodista Rodrigo Terrasa, ahonda en la memoria democrática a través de las historias de la octogenaria Pepica Celda, que luchó por recuperar los restos de su padre fusilado, y de Leoncio Badía, un republicano condenado a ser enterrador de los “suyos” acabada la Guerra Civil.

Con más de 300 páginas, esta novela gráfica, que Astiberri saca a la venta el próximo martes, reflexiona sobre la memoria histórica y reconoce el papel y la lucha de las mujeres, hijas, madres y esposas, para dignificar la memoria de sus familiares fusilados y enterrados en fosas comunes, como cuentan a EFE sus autores.

Diez años atrapado por la historia de Pepica

La idea atrapó a Rodrigo Terrasa (València, 1978) cuando en 2013 escribió un artículo en el diario El Mundo, donde trabaja, sobre la lucha de Josefa Celda ‘Pepica’, que entonces tenía 80 años, para recuperar los restos de su padre, enterrado en la fosa 126 del cementerio de Paterna (Valencia) y que logró la última subvención del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero antes de que Mariano Rajoy acabara con estas ayudas estatales.

“Cuando abrieron la tumba descubrieron que todo estaba como ella dijo, con su padre arriba del resto de fusilados en 1940, botellas de farmacia en los ataúdes con los nombres de cada uno -alguno se podía leer-, y me quedé con la sensación de que quedaba mucho por contar, sobre todo porque aparecía la figura de Leoncio, el enterrador que parecía compinchado con las viudas y familiares para crear una red de recuerdos con mechones de pelo, telas o las botellas, que los arqueólogos interpretaron como un mensaje al futuro: ‘sacadnos de aquí'”, cuenta el periodista.

“Me pareció una historia brutal que encajaba con un cómic de Paco Roca”, añade; la primera vez que animó al ilustrador a hacer el trabajo juntos fue a finales de 2017 y durante meses trató de convencerlo pero, según Paco Roca (València, 1969), se le acumulaban los proyectos y “no encontraba el momento” para escribir de un tema que “parecía volátil”.

El Premio Nacional del Cómic “se convenció” cuando conoció a Pepica y a la hija de Leoncio, Maruja. “Vi que, detrás de un tema tan politizado como la memoria y las exhumaciones, hay vivencias para una gran historia, reconstruir la vida de un fusilado y su enterrador. Teníamos las dos caras de la moneda. Tenía que hacerle un hueco”, asegura. Ya era 2021.

El ilustrador Paco Roca posa en su estudio con motivo de la publicación de “El abismo del olvido”. EFE/Kai Försterling

Historias que alejan el ruido político

“A los dos nos daba miedo que fuera excesivamente político, pero al hablar con Pepica vi que había también un plano humano y social cuando cuenta la historia de cómo se movilizaron las viudas o cómo Leoncio ayudó a las familias. Solo contar esta historia ayuda a alejar el plano del ruido político y contar la historia de España”, sostiene el periodista, que valora que la mujer actuaba de forma “práctica: quería tener los restos de su padre junto a su madre”.

Para Roca, la historia que cuentan “funciona en dos planos, el humano y social, y el político”. Han querido “reflexionar sobre qué suponen las exhumaciones. No quieren acabar con un sistema ni poner en el punto de mira a un partido; es un tema humanitario”, defiende.

“Se trata de recuperar a sus muertos y darles un entierro digno. Recordar y comprender desde diferentes puntos de vista a las víctimas, las familias, que -agrega- sufrieron mucho y fueron silenciadas durante 40 años de dictadura”.

Leoncio: un héroe con su oscuridad

Para Terrasa, “descubrir la historia de Leoncio a través de los relatos de su hija Maruja fue alucinante, es un personaje potente y fascinante”, aunque reconoce que la historia de este profesor, admirador de la filosofía y el orden del universo que parecía un “superhéroe”, les llega “mitificada y condicionada por los recuerdos”.

“Se convierte en un héroe pero hasta ellos tienen un lado oscuro -prosigue Roca-. Era altruista para los demás -se jugaba la vida por ellos- pero egoísta con los suyos, porque su mujer estaba asustada por lo que les podía pasar. Había que oscurecerlo porque era demasiado perfecto lo que sabíamos de él y tuvimos que llevarlo a la realidad”.

Las mujeres y la dignificación de la memoria

El periodista confiesa que, aunque el protagonismo es de José Celda, el padre fusilado, y del enterrador, le gustaría pensar que el cómic “reconoce el papel brutal de las mujeres, de Pepica, las esposas y madres que tuvieron una complicidad con Leoncio para dignificar la memoria de sus muertos”.

“La historia está contada desde el punto de vista de un fusilado, de la viuda, del enterrador, pero nos interesaba poder reconstruir la historia de las mujeres que lucharon mucho por evitar el fusilamiento y luego, por tener algo de consuelo. Las mujeres mantienen la memoria”, apunta el dibujante.

Una historia de película

Terrasa se muestra impactado “por la falta de datos objetivos” sobre la memoria histórica en España, lo que les ha impedido “hacer una radiografía del contexto” y demuestra la “anomalía y el complejo” de España por su memoria democrática, a diferencia de otros países.

“Seguramente, historias como ésta existen en otros países y hay muchas películas al respecto pero en España es más fácil hacer un cómic sobre el tema que una película”, explica Roca, para quien “ojalá” su nuevo cómic se convirtiera en un film porque “tiene potencial para ser una gran película” o “un peliculón”, como añade Terrasa. EFE