Una camarera atiende una mesa de una terraza en el centro de València durante este martes, siendo la hostelería uno de los sectores más afectados por la crisis sanitaria, en el que el Consejo de Ministros ha aprobado las condiciones en las que se van a prorrogar los ERTE relacionados con la pandemia de la COVID-19 hasta el 31 de enero, tras haber logrado un acuerdo con patronal y sindicatos. EFE/Biel Aliño/Archivo

Las mujeres cobran un 20 % menos de salario que los hombres en la Comunitat

València (EFE).- La brecha salarial de género que castiga a las mujeres persiste en la Comunitat Valenciana, donde la retribución media bruta anual de las mujeres es un 20,2 % inferior a la de los hombres, 1,8 puntos por encima de la media nacional (18,4 %), una discriminación que es resultado de la desigualdad laboral en su inserción y trayectoria en el mercado de trabajo.

“Si la brecha evoluciona de la manera que lo está haciendo, jamás la eliminaremos”, han subrayado los sindicatos CCOO PV y UGT PV durante una rueda de prensa en la que, con motivo de la celebración este jueves del Día de la Igualdad Salarial, han presentado un informe sobre la brecha de género en el salario y las pensiones en la Comunitat Valenciana, con datos dela Encuesta anual de Estructura Salarial de 2021, los últimos publicados.

Según estos datos, el salario medio anual bruto de las mujeres valencianas es de 20.671 euros, frente a los 25.915 euros de los hombres, lo que supone una diferencia de ganancia salarial de 5.244 euros (el 20,2 por ciento). Cloti Iborra, secretaria de Dones i Igualtat de CCOO PV, y Pilar Mora, secretaria de Formación, Empleo e Igualdad de Genero de UGT-PV, han subrayado que se da la circunstancia de que las mujeres cobran ahora 1.368 euros menos que lo que cobraban los hombres hace trece años (en 2008) y que ascendía a algo más de 22.039 euros.

Reivindicación en las calles

Iborra y Mora han advertido de que los sindicatos “seguirán reivindicando en las calles, porque en el actual Gobierno valenciano hay partidos que niegan la igualdad y la violencia de género. Nos van a tener en la calle si no se ponen las pilas y dejan de negar las desigualdades”.

Según han destacado, aunque en los últimos años se observaba una “tímida pero constante” reducción de la brecha salarial, pasando de un 26,4 % en el 2012 al 20,1 por ciento en 2020, “desgraciadamente” en 2021 se frenó esa evolución y aumentó una décima con respecto a 2020 (20,1).

Tras matizar que son datos registrados en plena pandemia y que en 2021 no estaba en vigor la reforma laboral, han indicado que este diferente comportamiento de la brecha salarial se explica, en gran parte, por la mayor temporalidad laboral de las mujeres.

También han subrayado la importancia de la jornada parcial en la generación de la brecha salarial, ya que la parcialidad tiene un carácter más estructural en el caso de las mujeres porque es más habitual que ellas se dediquen al cuidado de menores o de personas mayores que los hombres.

Falta de corresponsabilidad en los cuidados

Consideran que esa mayor parcialidad por cuidados, el mayor uso de permisos no retribuidos, excedencias y suspensiones de la vida laboral y mayor parcialidad de las profesiones feminizadas relacionadas con los cuidados “demuestran que la sociedad no ha asumido que la conciliación de la vida laboral y familiar, y la falta de corresponsabilidad en las tareas de atención y cuidado no son sólo responsabilidad de las mujeres”.

Según han explicado, la mayor brecha salarial se produce en mujeres con edades comprendidas entre los 45 y 54 años, y entre los grupos de hombres y mujeres con salarios más altos hay menos diferencia (debido a los complementos salariales) que cuando los sueldos son menores.

También han destacado que en el cuarto trimestre de 2021, el 87 por ciento de las personas que trabajan en el sector servicios eran mujeres, un sector donde la temporalidad y parcialidad es mayor y los sueldos inferiores a los del sector industrial.

El hecho de que la parcialidad es más elevada en el caso de las mujeres y que también hacen un mayor uso de los permisos no retribuidos de conciliación sigue influyendo en las diferencias salariales, tanto durante la vida laboral como en las pensiones a las que se genera derecha, y la brecha en este último caso se sitúa en el 36,2 por ciento en la Comunitat Valenciana.

Una trabajadora de un supermercado repone mercancía. EFE/ Biel Aliño/Archivo

Medidas para la reducción y eliminación de la brecha salarial

Entre las medidas propuestas por los sindicatos destacan la necesidad de que se cumplan los planes de igualdad en todas las empresas, ya que en la actualidad la mitad de las que tienen más de 50 trabajadores en plantilla y están obligadas a hacerlo no lo cumplen, y de que se incrementen y mejoren las políticas activas de empleo “con perspectiva de género”.

También reclaman un Pacto estatal e integral de cuidados sobre la base del Diálogo Social y la negociación colectiva, avanzar en el desarrollo del Plan Corresponsables, que las empresas apliquen fórmula de flexibilidad interna o medidas depara reducir la parcialidad femenina involuntaria.

Asimismo, exigen que se convoquen mesas de diálogo social para impulsar políticas públicas en materia de igualdad y para transponer a nuestra normativa nacional las novedades introducidas en la Directiva europa de mayo de 2023, por la que se refuerza la aplicación del principio de igualdad de retribución entre hombres y mujeres por un mismo trabajo o de igual valor, para “alcanzar transparencia salarial en todas las empresas”.

Reclaman además la adopción de medidas para reducir el abuso de la contratación a tiempo parcial con mujeres, algo que está provocando una discriminación salarial, incrementar el salario mínimo hasta situarlo al final de la legislatura en el 60 por ciento de la media salarial.

Las representantes sindicales consideran necesario el desarrollo de políticas públicas que puedan transformar el actual sistema de cuidados, fortalecer la formación en materia de igualdad de la Inspección de Trabajo y disponer de estadísticas que analicen la ocupación y el nivel de estudios desagregados por sexo y edad.