València (EFE).- Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que investigaron al expresident de la Generalitat y exministro Eduardo Zaplana y sus colaboradores han descrito este miércoles en el juicio del caso Erial cómo supuestamente gestionó en la sombra los fondos procedentes de las comisiones ilícitas obtenidas por la privatización de las ITV valencianas.
Según han explicado estos agentes, Zaplana disponía de bienes titulados por empresas constituidas con aquellos fondos, tenía capacidad de decisión sobre las inversiones en España de estas firmas y sobre concretas operaciones inmobiliarias, a pesar de no constar como administrador ni responsable en ningún caso.
En una conversación telefónica intervenida al testaferro confeso de Zaplana Joaquín Barceló los agentes supieron que había recibido una oferta por una parcela hotelera. “Pero no dio ninguna respuesta, dijo que la tenía que aceptar otro socio al que no nombra. Después se desplazó hasta La Fe, donde estaba Zaplana, y ahí se produjo una nueva llamada donde da su conformidad a la oferta”.
Octava sesión del juicio a Zaplana
La octava sesión del juicio a Eduardo Zaplana por supuestas “mordidas” en la adjudicación de las ITV valencianas y parques eólicos se ha iniciado con la declaración de tres agentes de la UCO, que han comparecido al mismo tiempo en calidad de peritos, como pedía el fiscal, pero con la oposición de las defensas.
Este grupo de investigadores ha podido constatar que el fallecido Juan Cotino, cuando ocupaba el cargo de director general de la Policía, llevó en mano más de 600.000 euros a Luxemburgo para la constitución de dos sociedades, Imison y Fenix, en las que la empresa Sedesa (de la familia Cotino) depositó 11,2 millones de euros.
Ambas empresas se constituyeron con aportaciones en efectivo y fueron gestionadas de forma fiduciaria, según han detallado estos agentes, por Beatriz García Paesa, sobrina del espía Francisco Paesa.
Tras varios movimientos empresariales que se abordan en el consejo de administración de Sedesa y con la participación directa de Juan Cotino, las firmas luxemburguesas acaban participando de forma directa las concesiones de las ITV y los parques eólicos.
La UCO: Tras los principales movimientos económicos, hubo reuniones entre Cotino y Zaplana
“Juan Cotino nunca fue ajeno a la actividad de la empresa, juega un papel fundamental, es la persona que viaja a Luxemburgo y entrega el dinero en efectivo para constituir las sociedades y participa en los consejos donde se realizan movimientos de capital”, han asegurado.
Los investigadores de la UCO han informado al tribunal de que tras los principales movimientos económicos se produjeron reuniones entre Cotino y Zaplana, tal y como se puede comprobar en las agendas del expresident.
Además, han revelado que Cotino, que tenía el 9 % de Sedesa, obtuvo 11,3 millones de euros por la venta de su participación en esta empresa familiar en 2007.
“Lo relevante de las reuniones de Zaplana con Juan Cotino es que era el actor principal en cada momento. Se reunió con él el día en que se abrieron las propuestas del concurso de las ITV. También se reunió con Cotino y Luis Batalla (Lubasa) una semana después de la adjudicación. Tanto Sedesa como Lubasa fueron adjudicatarias”.
Documentación incautada con guiones de asuntos a tratar con Zaplana
En otra documentación incautada a Juan Francisco García -ex jefe de gabinete de Zaplana- los investigadores encuentran guiones de asuntos a tratar con el entonces ministro.
“Se deduce de forma general la aparente subordinación de determinados procedimientos administrativos a los intereses de personas, de colaboraciones a cambio de beneficios de diferentes empresarios. Un empresario preguntaba si merecía la pena que se presentará a adjudicaciones de Ciegsa (firma pública dedicada a la construcción de colegios) porque en anteriores concursos no había ‘rascado bola'”, han explicado los agentes de la UCO.
En otro de estos documentos se refleja que “a instancias de Zaplana, García debía reclamar 50 millones de pesetas a una empresa para que abonase unas encuestas electorales. La contrapartida era la participación en el plan eólico”.
Estos guardias civiles han descrito el proceso mercantil por el cual regresaron a España (tres sociedades Medlevante, Gesdesarrollos y Costera del Glorio) los fondos depositados originalmente en Luxemburgo y las inversiones inmobiliarias que se hicieron con ellos.
“Zaplana dispuso de bienes titulados por estas sociedades y tenía capacidad de decisión sobre estas empresas”, han insistido.
Una carpeta con el nombre de una sociedad de los suegros de Zaplana
Otra de las pruebas sobre las que han ofrecido detalles es un documento informático incautado a Francisco Grau, el considerado contable de Zaplana, con el título “cuenta de la vieja”, que guardaba en una carpeta con el nombre de una sociedad de los suegros de Zaplana.
En ese archivo se reflejan los movimientos de fondos desde Luxemburgo y varias operaciones inmobiliarias.
Según estos agentes, la versión final de ese documento se creó, modificó y guardó en el transcurso de una reunión entre Zaplana y Grau, e incluye los saldos de cuentas tituladas en Andorra a nombre de Barceló y otras operaciones inmobiliarias.
“La única sociedad que tenía una actividad real -alquileres turísticos- era Costera del Glorio, que era del padre de Barceló, pero en este documento no aparece esa actividad”, motivo por el cual creen estos agentes que únicamente se reflejaron los intereses económicos de Zaplana.
La declaración de estos tres agentes se ha interrumpido para escuchar por videoconferencia la del abogado uruguayo Fernando Belhot, y seguirá mañana a partir de las 10 horas
