El realizador, Hong Sangsoo (d), posa junto a los actores, Kwon Hae-hyo (i), Cho Yun-Hee (2i), y Song Sun-Mi (2d), antes de presentar su película "Walk up", que compite en la Sección Oficial de la 70 edición del Festival de Cine de San Sebastián . EFE/Juan Herrero.

Hong Sangsoo reflexiona sobre el cine y sobre sí mismo en “Walk Up”

San Sebastián, (EFE).- Hong Sangsoo se ha desnudado a su manera en “Walk Up“, una curiosa (y divertida) reflexión en blanco y negro sobre su manera de ver el cine y la creación artística que ofrece como experimento temporal y tres personalidades distintas de un personaje, un director de cine, que podría inducir a pensar que es él mismo.

“Nunca intento hacer cine que sea una autobiografia del autor ‘per se’, no ruedo ninguna escena en la que intente replicar lo que ha sucedido en mi vida, pero intento recoger cosas que he vivido o escuchado”.

Aunque probablemente “todo procede de mí, está fragmentado el enfoque, son fragmentos dispersos de mi vida, desde que yo tenía veintitantos años”, ha agregado en una rueda de prensa a la que compareció rodeado de sus actores principales.

Once veces nominado en Cannes, diez en Berlín, donde consiguió tres Osos de plata, es la cuarta vez que el maestro coreano viene a Donostia, esta vez compitiendo por segunda vez en la Sección Oficial; en 2016 se llevó la Concha de plata al mejor director por “Lo tuyo y tú”.

Fiel a su estilo, Hong ha rodado “Walk Up” (subir) con guiones sobrevenidos que entregaba a diario a sus actores y actrices. Reconoce que en esos textos va parte de su vida, pero igual pedazos de hace treinta o cuarenta años, como cosas que le ocurrieron ayer.

“En esta película hay partes de una conversación que tuve con los actores en el mes de abril; algunos pensarán que soy un vago y que les estoy plagiando sus discursos sencillamente, pero me parecía un material muy apropiado”, se explica.

Kim Minhee, que tiene un papel pequeño en la película, es una jovencísima actriz que también produce. Esta es su segunda película con estas condiciones. “Comparado con otros directores, trabajar con Hong me hace sentir cosas nuevas, y es muy divertido”, señala la productora que reconoce que, como actriz en las películas de Hong, “sí necesita beber un poco de alcohol”.

Se trata de otra seña de identidad del director. Sus personajes comparten constantemente conversaciones en torno a botellas de alcohol, en esta “Walk Up” es vino, pero otras veces no, se ríe Kwon Hae-Hyo, el actor protagonista, que también afirma beber alcohol de verdad en los rodajes, “pero para no emborracharme me concentro muchísimo más”, confiesa.

“Sé que otros actores no beben, pero yo si”, comparte, y asegura que lo mejor para rodar con Hong “la clave es no preparar nada, para mi es como si hiciera un viaje”.

Kwon es Byungsoo, un director de cine que va con su hija Jeongsu, una aspirante a diseñadora de interiores, a un edificio propiedad de una vieja amiga para que la enseñe y la ayude a establecerse. Ella acaba de comprar un edificio cuyos tres pisos tiene alquilados a diferentes artistas; ella se reserva el sótano a modo de taller y lugar de descanso.

Los tres conversan y beben en ese primer encuentro del que Byungsoo se ausenta por una llamada de negocios. Pero cuando regresa, es el mismo lugar, pero en otro momento, y la dueña del edificio lo invita a subir al segundo piso. El engranaje temporal se va complicando con diversos Byungsoos muy diferentes entre sí.

Uno disfruta de la carne, fuma constantemente y -se supone- esa vida insana le tiene enfermo; otro es vegetariano, ha dejado el tabaco por vapeadores y casi no bebe más que agua. El tercero ha visto a Dios en la azotea de su piso y ya no siente miedo.

“Creo que los tres son muy cercanos a mí”, ha asegurado el director de “En la playa sola de noche” (2017) para quien los diálogos son importantes, pero más lo son las imágenes. “Las palabras pueden ayudar en un periodo más condensado, pueden crear un ritmo y dar humor”, aunque no se ha parado a pensar cuántos diálogos escribe ni por qué, pero tampoco cree que deba analizarlo.

Y la ha rodado en blanco y negro y con gran economía de medios, porque le gusta y porque, como explica su primer “yo”, en otras películas “hay mucho gasto estructural innecesario”.

Así, produce sus propias películas con la ayuda de uno o dos productores como Kim Minhee. “He intentado minimizar todo este sistema, a veces una productora puede llevar el micrófono, y les pago muy poco a estas grandes actrices -ha dicho un poco en broma-. Ruedo seis o siete veces y uso emplazamientos naturales, el coste es muy bajo, pero así puedo rodar mis películas”.

Por su parte, la actriz ChoYun-hee ha señalado que “realmente el estilo de este director es diferente. Con él nunca se sabe lo que va a ocurrir”.

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EFE