Yoli Rodríguez (Ferrol, 1997) ha sido desde pequeña una de las figuras de mayor proyección de la rica cantera del surf ferrolano y el deporte abrió su apetito por la moda, algo que no ha sido casual. Está inmersa en pleno proceso de lanzamiento de Nanä, su propia firma de ropa infantil, que también cuenta en sus comienzos con pequeñas colecciones de mujer y hogar y, afirma en una charla con EFE, que su "profesión durante muchos años" facilitó un contacto estrecho con el textil "desde muy pequeña". EFE/ Kiko Delgado

Nanä, una ola de moda infantil sostenible desde Ferrol

Raúl Salgado

Yoli Rodríguez (Ferrol, 1997) ha sido desde pequeña una de las figuras de mayor proyección de la rica cantera del surf ferrolano y el deporte abrió su apetito por la moda, algo que no ha sido casual. Está inmersa en pleno proceso de lanzamiento de Nanä, su propia firma de ropa infantil, que también cuenta en sus comienzos con pequeñas colecciones de mujer y hogar y, afirma en una charla con EFE, que su "profesión durante muchos años" facilitó un contacto estrecho con el textil "desde muy pequeña". EFE/ Kiko Delgado

Ferrol, 18 ene (EFE).- Yoli Rodríguez (Ferrol, 1997) ha sido desde pequeña una de las figuras de mayor proyección de la rica cantera del surf ferrolano y el deporte abrió su apetito por la moda, algo que no ha sido casual.

Yoli Rodríguez (Ferrol, 1997) ha sido desde pequeña una de las figuras de mayor proyección de la rica cantera del surf ferrolano y el deporte abrió su apetito por la moda, algo que no ha sido casual. Está inmersa en pleno proceso de lanzamiento de Nanä, su propia firma de ropa infantil, que también cuenta en sus comienzos con pequeñas colecciones de mujer y hogar y, afirma en una charla con EFE, que su "profesión durante muchos años" facilitó un contacto estrecho con el textil "desde muy pequeña". EFE/ Kiko Delgado

Está inmersa en pleno proceso de lanzamiento de Nanä, su propia firma de ropa infantil, que también cuenta en sus comienzos con pequeñas colecciones de mujer y hogar y, afirma en una charla con EFE, que su “profesión durante muchos años” facilitó un contacto estrecho con el textil “desde muy pequeña”.

“Estuve al lado de marcas que me patrocinaban; hacía fotos como modelo y colaboraciones y me gustaba, ahí empezó un poco todo”, señala, pero también asegura que le “encantaban los niños y la ropa” para ese público, así que los ingredientes se reunieron para cocinar su plato más deseado.

Siempre quiso tener su propia etiqueta en el mercado infantil, pero al ser madre “se me despertó mucho más” alcanzar esa meta y la carrera la encaró ya con “un poco de experiencia”, así que no lo dudó.

Rodríguez habla de “una marca un poco diferente” en la que sobresalen los bordados y el recurso a tejidos sostenibles en una suerte de historia de amor con la bautizada como moda lenta.

Es más, clama ante “todo el consumismo” que impera en la sociedad y propone una firma “un poco más cara, pero que le demos valor a esas prendas”, inicialmente difundidas a través de Instagram mientras ultima su portal web.

La distribución de Nanä se canalizará a través de la red, pero su promotora también pretende “hacer eventos diferentes mezclando la marca con arte” para fomentar sinergias con otras áreas vinculadas con la moda.

Yoli Rodríguez quiso producción local y consiguió a un equipo de modistas, “por desgracia hoy no hay muchas, me costó conseguirlas”, y se surte de tejidos como lino o punto con diversos proveedores.

Su debilidad es el lino, como también las capotas o las diademas al hablar de artículos concretos o el verde militar si se le pregunta por un color, para una empresa cuyo nombre es “una de las primeras palabras que dijo” su hija.

El proyecto está en marcha “en honor a ella” y se basa “en lo de antes”, de faldas largas a blusas de lino, un “vestir diferente” con aroma “moderno rural” en el que se guía “por mi gusto” más que por las tendencias.

La emprendedora ferrolana desvela que la línea de casa será prioritaria al ser “todo muy artesanal, es lo que quiero valorar”, un segmento en el que ya se dejan ver manteles individuales para los propios niños o para cualquier mesa de cocina.

Y todo “desde Ferrol”, su ciudad, porque con “trabajo y buscando bien se puede encontrar y hacer” lo que uno quiere, también una moda sostenible: “La gente ya es más consciente de la sostenibilidad, pero queda mucho camino”.

En un mundo plagado de impactos visuales, Yoli Rodríguez se aferra a “campañas llamativas” al haber “muchas marcas”, una realidad por la cual, concluye, “si quieres que destaque algo, lo mejor es una buena imagen”. EFE

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