Madrid (EFE).- La capilla ardiente de Carlos Saura, fallecido el pasado viernes a los 91 años, abrió este mediodía en la Academia de Cine de Madrid presidida por una fotografía suya, el Goya de Honor que recibió y al son de los tambores de Calanda, que aparecieron en su película “Pippermint Frappé”.
Pasadas las 12:00 horas, en el escenario que acoge la capilla ardiente, y donde ya se encuentran la viuda y los hijos del cineasta, han sonado los tambores de Calanda, municipio turolense del Bajo Aragón en elque nació Luis Buñuel y que Saura utilizó cuando rodó en esta localidad algunas escenas de su película “Pippermint Frappé”, con Geraldine Chaplin.
Diez tamborileros han asistido a la apertura del velatorio, al que antes ya habían llegado familiares de Carlos Saura, donde se han reunido numerosos medios de comunicación y un dispositivo de seguridad y al que está prevista la asistencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Además de la fotografía de Saura, en la escenografía montada en la capilla ardiente puede verse un montaje con imágenes de sus películas, una silla de director con una flor roja, un sombrero que utilizaba y unas gafas, así como una cámara de fotos que hizo él mismo.
También se ha reunido una serie de obras artísticas que el cineasta bautizó como “Fotosaurios”, realizadas con una técnica de dibujo y pintura sobre ampliaciones fotográficas, con las que hizo varias exposiciones.
Durante esta jornada, numerosos familiares, amigos y compañeros de profesión rendirán un último homenaje a uno de los más grandes cineastas españoles de la historia.
Carlos Saura “se ha ido a lo grande, como se merecía”, dice su viuda
Eulalia Ramón, viuda de Carlos Saura, ha asegurado que “se ha ido a lo grande, como se merecía” y trabajando hasta el último momento, y le ha recordado como “un ser muy llano, muy cercano, cariñoso y respetuoso con todo”.
Así lo ha señalado Eulalia Ramón en la capilla ardiente en declaraciones a los periodistas, a los que ha recordado que Carlos Saura “quería mucho a la prensa”.
La viuda de Saura ha querido agradecer a todo el mundo las muestras de cariño que está recibiendo la familia desde el fallecimiento del cineasta el pasado viernes y ha indicado que “se fue de una forma muy bonita, muy en paz, muy él y lúcido hasta el final”.
“Aunque estemos muy tristes queremos celebrar la vida que ha tenido, tantas cosas como nos ha dado, películas y vida, y una lección de fortaleza, dignidad y lucidez hasta el final”, ha señalado junto a los hijos de Saura.
Ha explicado que recibieron “con mucha emoción y amor” el homenaje que se hizo a Saura en la ceremonia de los Premios Goya el pasado sábado: “eran más que aplausos, tanta gente que le quiere y nos quiere y nos arropa”.

Porque “todo el mundo tenía vivencias muy tiernas con él. No era ese señor serio que parecía” ha recordado Ramón, que ha dicho que le había parecido “brutal” la forma en la que se ha abierto la capilla ardiente al son de los tambores de Calanda, algo que “se merecía”.
La Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio
Fotógrafo, dibujante y escritor, además de cineasta, polifacético, inquieto e hiperactivo hasta los últimos momentos de su vida, Saura estrenó hace una semana en cines el documental “Las paredes hablan”, en el que propone un viaje desde el arte rupestre hasta el grafiti contemporáneo y rastrea el origen de la pulsión artística.
Además, el próximo miércoles se estrena en el Teatro Infanta Isabel de Madrid el espectáculo “Lorca por Saura”, su última creación, en el que la cantante India Martínez debuta como actriz y se mete en la piel del poeta.
Se trata de un espectáculo teatral que engloba todas las disciplinas artísticas que Saura ha cultivado: la música, la fotografía, la pintura, la danza y el cine.
“Los golfos”, “La caza”, “Peppermint Frappé”, “Ana y los lobos”, “La prima Angélica”, “Mamá cumple cien años”, “Deprisa, deprisa”, “Carmen”, “Elisa vida mía” o “Goya en Burdeos”, son algunas de las más de 50 películas que forman parte de su legado.
Durante su trayectoria consiguió reconocimientos internacionales como el Oso de Plata al mejor director en el Festival Internacional de Cine de Berlín por “La caza” y “Peppermint Frappé” o el Gran Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes por “La prima Angélica”.
También obtuvo el Goya a mejor dirección y mejor guion adaptado por “¡Ay, Carmela!” y la Medalla de Oro de la Academia de Cine en 1992.
El Consejo de Ministros le concederá mañana martes la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio por “su indiscutible contribución a la cultura y el arte españoles” y por ser “uno de los grandes artistas esenciales de la historia de España”.
Pedro Sánchez: Saura engrandeció el alma de nuestro país
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acudido a la capilla ardiente de Carlos Saura, de quien ha dicho que “engrandeció el alma de nuestro país” con una obra que “es muy importante reivindicar”.
Acompañado por el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, permaneció media hora en el velatorio instalado en la sede de la Academia del Cine (Madrid), destino que agradeció tanto a la familia como a la institución presidida por Fernando Méndez-Leite, quien recibió a ambos a su llegada.

“Si el cine y la cultura representan el alma de una sociedad, Carlos Saura con todo su trabajo y su obra lo que hizo fue ensancharla y engrandecer el alma de nuestro país, por eso es muy importante reivindicar su obra”, ha manifestado el presidente, quien ha dejado ese mismo mensaje en el libro de condolencias.
Almodóvar: Saura fue un grandísimo maestro que supo reinventarse
Pedro Almodóvar ha sido uno de los primeros en acudir a la capilla ardiente de Carlos Saura, de quien ha destacado que fue “un grandísimo maestro” que en su “carrera dilatadísima” supo “reinventarse” adentrándose en un género musical inexplorado hasta entonces.

Almodóvar ha destacado que Saura se inició como cineasta en una “década difícilisima para hacer cine, los años 70”, cuando filmó “varias obras maestras” bajo “una dictadura tremenda”.
También ha subrayado que en su “carrera dilatadísima” supo “reinventarse” y tras haber dirigido “un montón de películas fantásticas” se adentró en el género musical con una fórmula “que no se había hecho en ningún lugar”.