Madrid (EFE).- “La nariz” de Nikolai Shostakóvich, con su partitura “endiablada”, una trama con grandes dosis de absurdo bajo la mirada aún más loca de Barry Kosky como director de escena y el cameo de la presentadora Anne Igartiburu, prometen convertir su primer desembarco en el Teatro Real el 13 de marzo en “un delirio”.
Siete serán las funciones que se representarán hasta el 30 de marzo de esta ópera escrita a partir de un cuento de Nikolai Gogol en la que un hombre de buena posición pero despiadado con sus semejantes se despierta una buena mañana sin nariz, símbolo de su opulencia económica y sexual, y emprende una carrera tras su huidizo apéndice para recuperar su identidad.
“Es sin duda una de las óperas más singulares de la historia”, ha afirmado Joan Matabosch, director artístico del Real, en la presentación este jueves ante los medios de esta producción del propio teatro madrileño en colaboración con la Royal Opera House, la Komische Oper de Berlín y Opera Australia, lugares donde fue aclamada por público y crítica.
No lo tuvo fácil en origen, sin embargo. Estrenada en 1930 en San Petersburgo, estuvo luego silenciada durante 40 años por el régimen de Stalin, hasta 1974, cuando fue recuperada por la Ópera de Cámara de Moscú y, convertida en un hito, aquel montaje pasó décadas de viaje por el mundo, con paso incluido por España, donde en 1992 recaló en varios puntos, entre ellos El Escorial (Madrid).
Nunca antes se había representado sin embargo en el Teatro Real, a donde llegará bajo la dirección orquestal del británico Mark Wigglesworth, quien ha ensalzado el carácter “extremo, divertido y a la vez aterrador” de esta partitura, tan a la medida de la trama que, según ha dicho, a su autor no le gustaba la posibilidad de que se tocara sin su escenificación.

“Es extraordinario pensar que Shostakóvich la compuso con 23 años, porque reúne referencias a todo lo que creó el resto de su vida.
Contiene el caos en todas sus formas y, a partir de ahí, se dedicó a ponerlo en orden y refinarlo, pero ya nunca más se vivió esa misma sensación de aventura brillante y de anarquía”, ha añadido quien ya dirigiera en el Real “Dead Man Walking” de Jake Heggie en 2018.
Wigglesworth se pondrá al frente de la Orquesta y Coro del Teatro Real para otorgar su carácter “cinemático” a esta partitura que fue compuesta para una orquesta de cámara con añadido de 10 percusionistas “que dan una sensación muy grande” y que incorpora todo tipo de sonidos (gritos, susurros, sirenas, coros atonales, canciones folclóricas y jazz, entre otros).
La dirección de escena del irreverente Barrie Kosky, bien conocido en Madrid por su reinterpretación de “La flauta mágica”, recaerá en manos de Johannes Stepanek en este desembarco en Madrid.
Reflexión sobre el posicionamiento social y la identidad
En su opinión, “La nariz” constituye una reflexión “sobre el posicionamiento social y la identidad, sobre la imagen que todos nos construimos alrededor de nosotros”, y “lo que Kosky hace de forma brillante aquí es cómo representa a este personaje tan mezquino que trata a todo el mundo fatal, pero consigue que empaticemos con él en tanto que es un ser humano con todos sus defectos”.
El bajo barítono Martin Winkler se encargará de encarnarlo al frente de un elenco de 28 solistas que a su vez representarán a una inmensa galería de personajes caricaturescos, 78 cantados y 9 declamados.
Como curiosidad, en el reparto figura Anne Igartiburu con un pequeño papel hablado para interpretar precisamente a una presentadora de televisión que pone un poco de orden en toda esta locura.
“En vez de que una cantante hiciera ese papel, pensamos: ‘Todo el mundo sabrá de qué trata si sale ella, que además aceptó encantada'”, ha contado Matabosch sobre el origen de este cameo.