La escritora Alice Kellen durante la entrevista con EFE. EFE/Ana Escobar

Alice Kellen teje un puzle coral en su nueva novela para hacer brillar lo intangible y cotidiano

Carla Aliño |

Valencia (EFE).- La escritora Alice Kellen crea en su nueva novela, “Donde todo brilla”, un puzle coral de personajes con los que explorar lo que significa crecer, madurar y buscarse un camino propio, y dejarse contagiar por el brillo de las cosas intangibles y cotidianas.

Así lo afirma Kellen (Valencia, 1989) en una entrevista con la Agencia EFE con motivo del lanzamiento este miércoles de la novela, editada por Planeta, y que se suma a la veintena de títulos que acumula esta autora, una de las más vendidas en España y con más dos millones de lectores y más de 350.000 seguidores en Instagram.

Convertida en un fenómeno editorial, Alice Kellen, pseudónimo con el que esta valenciana se autopublicó en internet sus primeras novelas cuando rondaba los 20 años y que todavía mantiene, sigue viviendo un poco ajena a esos grandes números.

“Me sigue pareciendo irreal”, afirma, y explica que se siente como si fuera dos personas: la que está en su casa y la que el día del lanzamiento sale, hace lo que tiene que hacer y cuando vuelve a casa se le olvida totalmente.

Alice Kellen
La escritora Alice Kellen durante la entrevista con la Agencia EFE. EFE/Ana Escobar

Vive la fama con una mezcla de “vértigo y emoción”, pero lo que más le gusta es pensar que hay gente a la que le llega lo que escribe, y que una historia pueda viajar y emocionar a diferentes personas, incluso con lenguas distintas. “Me parece lo más mágico que puede existir”, asegura.

Defiende que esta es una novela para “disfrutar, dejarse llevar y acompañar” a los personajes como uno más de ellos, y, sobre todo, para “dejarse contagiar por el brillo de las cosas intangibles”, esas que “no podemos tocar y ver”.

Pretende también recuperar “el simbolismo de las pequeñas cosas”, pues para Kellen “la felicidad se esconde en las cosas más sencillas”, y recuerda que cuando somos pequeños nos fijamos mucho en el brillo de las cosas y conforme crecemos dejamos de verlo.

Una novela cotidiana y coral

“Donde todo brilla” recorre las vidas de Nicki Aldrich y River Jackson, amigos inseparables desde que llegaron al mundo con cuarenta y siete minutos de diferencia, en un pequeño pueblo costero, pero a los que la vida llevará por diferentes derroteros.

¿Es posible elegir dos caminos distintos y, pese a todo, encontrarse en el final del trayecto? Eso es lo que el lector tendrá que descubrir en este libro “desordenado” donde se mezclan narradores, espacios y hasta tres tiempos distintos.

“Es una novela muy cotidiana”, que arranca cuando Nicki y River tienen en torno a los 7 años y acaba cuando tienen treinta y pico, por lo que el lector acompaña a los protagonistas conforme crecen y maduran, durante muchos años y en los que pasan muchas cosas.

Pero Kellen no ha querido quedarse ahí y ha hecho de esta novela una obra “más abierta y al mismo tiempo más confortable”, dando voz y permitiendo que el lector conozca también a los padres de los protagonistas, sus hermanos, sus amigos, e incluso a personajes que se cruzan en sus vidas en un momento dado y luego desaparecen.

También ha apostado por una estructura desordenada, narrada en tres tiempos que se van mezclando, algo que le ha resultado divertido por el juego que le ha dado aunque también ha supuesto un reto: corría el riesgo de que el lector se confundiera.

“Es como si tuviéramos todas la piezas e hiciéramos un puzle, vamos encajándolas hasta que al final del libro lo vemos todo al completo”, explica esta escritora, quien está convencida de haber logrado su objetivo.

Alice Kellen
La escritora española Alice Kellen. EFE/ José Méndez

Novela romántica, un género que funciona

Para Alice Kellen sigue sin haber una buena percepción de la llamada novela romántica, aunque cree que existe menos pudor a la hora de consumirla por ser un género que funciona y por el que las editoriales apuestan, publicando, cuidando y mimando estas obras como se merecen.

Afirma que ha habido épocas en las que te hacían sentir mal y pensar que te tenías que avergonzar por escribir o leer novela romántica, o como ella prefiere llamarla, de sentimientos, algo que no entiende.

“No sé por qué todo lo que gira en torno a los sentimientos, y encima la mayoría de las que escribimos sobre esto somos mujeres, se ve como algo menor”, señala, y asegura que ella es consumidora de todo tipo de géneros y encuentra novelas de mucha calidad y otras a las que les falta trabajo en todas partes.

La escritora valenciana trabaja ya en el que será su próximo libro, que espera que salga a la luz en 2024, y en el que le gustaría incorporar algún elemento de realismo mágico.

“Tengo en mente una novela más oscura o gótica pero a ver si sale. Lo que tengo en la cabeza me gusta, pero luego nunca se sabe”, comenta.

Sobre la posibilidad de que alguna de sus novelas se lleve a la pantalla, señala que en su día se compraron los derechos de dos de sus novelas, las que integran la bilogía “Deja que ocurra”, pero todavía no ha recibido ninguna propuesta que le haya entusiasmado.

Es algo que le da “mucho vértigo”. Por una parte le hace ilusión pensar cómo sería, pero por otra supone también “un salto”, dejar ir el libro y que “ya no sea tuyo”. “Supongo que sería un ejercicio de saber soltar y dejar ir”, dice.