Imagen de archivo de una actuación de la cantante argelina Lila Borsali. EFE/Mohammed Messara

La auténtica música andalusí acapara las noches del Ramadán en Argelia

Argel (EFE).- El sonido ancestral de la música andalusí, que combina la poesía árabe con melodías populares españolas, invade barrios y plaza en las noches del Ramadán argelinas en las que el público saboreó los llamados “muwashshahat”, un sofisticado género del siglo X, muy popular en el país magrebí.

La música andalusí está intensamente presente durante las veladas del Ramadán ya que “contiene poemas relacionados con elogios religiosos, lo que conecta bien con el mes sagrado”, explica a EFE Mohamed Rouane, músico argelino de 54 años, que a partir de esta música, interpretaciones flamencas y las cuerdas de la mandola ha creado su propio estilo, conocido como “Casbah Jazz”.

Durante este mes, que llega a su fin, es uno de los músicos que deleita a los argelinos tras las jornadas de ayuno que rompen al atardecer en viajes musicales andalusíes, muy populares en Argelia donde se refinaron, con poemas locales, los textos literarios y melodías que llegaron desde la Península Ibérica.

Popular en Argelia

Los amantes de este tipo de música, capaz de educar y refinar el alma, tuvieron una cita este mes con “Sanaa”, “Gharnati” y “Maluf”, las tres famosas escuelas que existen en Argelia.

Localizadas por origen en Argel, Tremecén (oeste) y Constantina (este) atrajeron al público entregado, mientras el Teatro Nacional de Argelia (TNA) “Mahieddine Bachtarzi” homenajeó este mes a este ilustre artista (1897-1986) con una programación que oscila entre el teatro y la música andalusí.

Además, la Ópera de Argel y su troupe andalusí dedicó la última semana del Ramadán a este género en el que el eco del banjo y el qanun se hicieron hueco entre la mandola, un instrumento muy utilizado en Argelia y a través del cual el artista Rouane supo reinventar su propia música “espiritual”.

Su estilo “Casbah Jazz” es una mezcla de auténticas músicas de chabi y andalusí, entre otras, explica a EFE en el Instituto de Cervantes de Argel y recuerda que la mandola existía antes en España introducida tanto en la música andalusí como en otro género de la Península.

Para el artista de música espiritual que “interpreta lo que siente con un tema específico” y que ha actuado en varios países europeos, la andalusí “es una música de historia y también de evasión; el hilo conductor que empieza por una introducción hasta la “msadar”, “insiraf”, “mjilas” y “la nuba” (forma musical): una bella historia a contar”, considera.

Escuelas argelinas

Argelia es el país magrebí que cuenta actualmente con el mayor número de asociaciones culturales de música andalusí, ha asegurado Lila Borsali, afamada intérprete argelina de música arabo-andalusí.

Tremecén, conocida como “la Granada de África”, se considera la primera ciudad que abrazó este arte y conservó su patrimonio hasta la actualidad como capital de la música andalusí argelina con “Al Matruz” y “Al Hawzi” entre sus género populares a partir del violín, la flauta y el qanun.

Esta escuela se desarrolló en torno al Ramadán al presentar sus composiciones durante las noches del mes sagrado y con referencias al arrepentimiento ante el Creador.

En Constantina, la escuela de “Al Maluf” (significa fiel a la tradición), y entona a la naturaleza y al amor sobre una base de instrumentos hechos de pieles de animales, también incluye cuerda como el laúd.

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Mientras que “al Sanaa, la música de la capital, combina plenos arrebatos, golpes y referencias populares y religiosas. Este arte fue originalmente establecido y practicado en las principales ciudades del norte del país: Argel, o la vecina Blida y Cherchell, Mostaganem, así como en Bejaia.