Javier Herrero |
Madrid (EFE).- Artista en general querida y respetada por las redes, quizás por alejar su discurso de todo aquello que ella considera “político”, Vanesa Martín se enfrentó recientemente en plena gira de su disco “Placeres y pecados” (2022) a una polémica por unas palabras que ahora matiza pero de las que dice no arrepentirse.
“Me reitero en que hay un partido político concreto con el que no tengo ninguna afinidad y que no entiendo cómo hay personas que lo votan, uno que va en contra del progreso y que no reconoce la violencia de género. Por eso salieron los haters a pasear, pero luego las elecciones hablaron por sí mismas y yo agradecí mi comentario”, celebra la malagueña en una charla con EFE.
Tras esas palabras, hubo hasta quien se encaró en las redes con la que ha sido pregonera del Orgullo de Sevilla de este año por manifestarse en ese sentido y quien amenazó con dejar de acudir a sus conciertos. “Si esa persona quiere dejar de venir a mi concierto por esa razón, yo agradecida”, indica, antes de mostrarse partidaria del “respeto para poder decirlo todo”.
“Reivindicación por la libertad”
“No somos una croqueta para gustarle a todo el mundo. Mi música está exenta de tono político, pero en mis canciones sí hay una reivindicación por la libertad y por poder amar a quien quieras amar”, puntualiza, sorprendida por quienes viven en la paradoja de escuchar sus temas sin llegar a comprender la “filosofía de vida” que contienen.

Martín (Málaga, 1980) afronta este sábado en el Wizink Center de Madrid una de las grandes paradas de su actual gira, de la que hace un balance “muy positivo” y que muestra que su octavo disco de estudio “ha calado mucho entre la gente”.
No ha habido grandes cambios en la traslación al directo de sus nuevas canciones, como “Quién lo diría”, porque afirma que este álbum ya se grabó “con toda la intención de que en directo fuese muy fiel al sonido del estudio”.
“Aún así va a haber sorpresas”, señala ante el concierto de este sábado, el segundo que ofrece la capital español en este “tour”, “muy cambiado” respecto de aquel celebrado el pasado mes de diciembre, no solo en el repertorio sino también a nivel técnico. “Viene poderoso”, afirma orgullosa.
Ha construido una lista de canciones del gusto del público, con algunas licencias para sí misma como la nueva balada “Álgebra”, que para el disco se grabó en una sola toma al piano para contener toda la emoción.
Escribir historias desde la verdad
“En realidad canto cada canción como si las estuviese escribiendo en ese momento. Procuro escribir historias desde la verdad, incluso las que no me han pasado a mí”, señala esta autora que, como intérprete, afirma que “jamás” ha puesto “el piloto automático” en uno de sus conciertos. “No sé hacerlo”, insiste.
Con un segundo libro en preparación que la mantiene “ilusionada” y que verá la luz en 2024, tras el de Madrid aún le quedarán compromisos en Oviedo (Recinto de conciertos de La Ería, 21 de septiembre), Valencia (plaza de toros, 29 de septiembre) y Barcelona (Palau Sant Jordi, 7 de octubre).
Viajará después a la que ya considera su casa, Latinoamérica, con tres conciertos además en EE.UU., y regresará a finales de noviembre a España para actuar en Granada (Palacio de los Deportes, 25 de noviembre), Zaragoza (sala Mozaret, 1 de diciembre) y San Sebastián (Kursaal, 2 de diciembre).