Vista de la exposición sobre "Los dibujos de El Camino" de Miguel Delibes en el Centro de Educación para Personas Adultas en Reinosa. EFE/Celia Agüero

Los dibujos del mundo poco conocido de Miguel Delibes como ilustrador en “El Camino”

Celia Agüero Pereda |

Reinosa (EFE).- La exposición “Los dibujos de El camino” ha recalado en el Centro de Educación para Personas Adultas (CEPA) de Reinosa para mostrar, a través de 21 dibujos de trazo limpio y seguro, el mundo poco conocido del escritor vallisoletano Miguel Delibes como ilustrador.

Esta muestra, que pertenece a la Fundación Miguel Delibes de Valladolid, ha recorrido varias comunidades españolas.
Se compone de los dibujos que el escritor realizó para ilustrar la edición norteamericana de su novela “El camino” y los pasajes de la novela a los que hacen referencia.

De los veintiún dibujos que pueden verse en esta exposición, veinte fueron realizados por Miguel Delibes para una edición norteamericana de “El camino” que se publicó en 1960.

Poco después añadió una nueva ilustración, la número seis de esta muestra, para la edición de la novela publicada en Londres en 1963.

Una faceta desconocida de Delibes que incluye dibujos del municipio cántabro de Molledo en donde transcurre esta novela y en el en el que escritor pasó la mayor parte de su niñez en Cantabria.

En un recorrido con EFE por la exposición, el director del CEPA de de Reinosa, Daniel Guerra, cuenta que los dibujos que se conocen del Premio Cervantes fueron previos a estas ilustraciones para su novela.

Esos dibujos eran las caricaturas que a veces hacia en el periódico El Norte de Castilla, del que fue director entre 1959 y 1963.

El ambiente de Cantabria.

Con apenas treinta años Delibes publicó, en 1950, su tercera novela en la que por primera vez situaba su historia en un pueblo y lo hacia con un estilo mucho más natural y menos retórico que el de sus novelas anteriores.

El protagonista de “El camino” es un chico de 11 años llamado Daniel, apodado el Mochuelo, que la noche antes de irse a la ciudad a estudiar recuerda lo que ha sido su vida en su pueblo y en su valle de Iguña, lugares en los que era feliz y compartía juegos y travesuras con sus amigos Roque, el Moñigo, y Germán, el Tinoso.

“Era, el suyo, un pueblecito pequeño, retraído y vulgar. Las casas eran de piedra, con galerías abiertas y colgantes de madera, generalmente pintadas de azul. Esta tonalidad contrastaba, en primavera y verano, con el verde y rojo de los geranios que infestaban galerías y balcones”, describe el autor en referencia a la localidad de sus veraneos, Molledo, en uno de los fragmentos que acompaña una ilustración de esta exposición.

La novela es lectura recomendada para los alumnos de Educación Secundaria, según recuerda la exposición, tanto por el uso que el autor vallisoletano hace del lenguaje como por los temas que en ella quedan reflejados como el mundo rural, la naturaleza, la infancia y la desigualdad de oportunidades.

La exposición se puede visitar hasta el próximo 10 de mayo en el Centro de Educación para Personas Adultas de Reinosa, de lunes a viernes de 17.00 a 20.00 horas.