El Liceu inaugura la temporada 22/23 con la ópera bufa "Don Pasquale", de Gaetano Donizetti, con Josep Pons al frente de la Orquestra Simfònica del Gran Teatre del Liceu, el bajo-barítono Carlos Chausson (i), y el barítono polaco Andrzej Filonczyk (d), en los papeles principales. EFE/ Quique García

El Liceu arranca la nueva temporada con un “Don Pasquale” de “talento local”

Barcelona, 14 sep (EFE).- El Gran Teatro del Liceu inaugurará temporada el día 21 con la ópera bufa “Don Pasquale”, de Gaetano Donizetti, con Josep Pons al frente de la orquesta sinfónica, y un reparto que destaca por ser de “talento local”, con Carlos Chausson, Sara Blanch, Serena Sáenz y Carles Pachón en sus principales roles.

Antes de entrar en detalle sobre la propuesta escénica del italiano Damiano Michieletto, una producción estrenada en la Ópera de París en 2018, que en Barcelona se podrá ver hasta el 9 de octubre, el director artístico del Liceu, Víctor García de Gomar, ha dejado claro que con la apuesta por intérpretes españoles reivindican a unos cantantes que “son mito y serán leyenda también en nuestro teatro”.

Título melancólico, a pesar de que provoca en el público más de una carcajada, el Liceu inicia con el mismo la segunda temporada de su 175 aniversario, y, según el maestro Pons, se podrá ver en escena la confluencia de dos mundos, el de carácter bufo y el lírico.

En su intervención, Michieletto ha recalcado la importancia que tienen los personajes en esta obra, así como las pequeñas “banalidades” de la vida, que “pueden dar pie a grandes alegrías y sufrimientos”.

A su juicio, esta ópera, con un viejo rico y avaro, don Pasquale (Carlos Chausson), que ha decidido casarse y buscar heredero porque está decepcionado con su sobrino Ernesto, buscando a una joven, es especial por “la humanidad que muestra”.

Respecto a su propuesta, ha señalado que ha intentado “dar fuerza al espacio”, por el que deambularán unos personajes “que todos tienen un poco de blanco y un poco de negro, con una historia que pronto se convierte en drama, con un hombre que va sintiéndose abandonado, un viejo que no sirve para nada, arrinconado por los jóvenes que vienen”.

En su opinión, éstos son “simpáticos, divertidos, pero tienen un punto de crueldad y Norina, incluso es despiadada, dispuesta a todo para conseguir lo que quiere”, de la misma manera que el Dottor Malatesta (Carles Pachón y el polaco Andrzej Filonczyk) es también alguien inteligente pero que “se coloca contra su propio amigo, Pasquale”.

Utilizando el croma en algunos momentos para remarcar cambios en escena -en el trasfondo de la obra subyace el mensaje de que los cambios son inevitables y hay que ser flexible ante ellos- ha creado un espacio “muy íntimo, como si fuera la casa de Don Pasquale, que puede verse desde diferentes puntos de vista, en constante movimiento, con una cocina, una cama, diferentes ámbitos”.

En un momento determinado, cuando entra Norina (Sara Blanch y Serena Sáenz) en la casa y todo lo trastorna, “como un tsunami que lo desmonta todo a su paso” se produce un “cambio radical en la historia” y ha querido “hacer un juego escénico para representarlo”.

Durante la presentación de la obra también se ha podido percibir el buen ambiente que hay entre todos los cantantes y la complicidad que han creado entre ellos durante los ensayos.

Para el veterano Carlos Chausson, se trata de “una producción muy inteligente, que hace reír y también pensar” y ha considerado que si hay alguien que nunca ha visto ópera “ésta podría ser la primera, sirve de introducción a un mundo maravilloso”.

La tarraconense Sara Blanch ha mostrado su agradecimiento por poder volver al Liceu “en familia”, con una producción en la que entra en la piel de un personaje que tiene “mala leche” y que “acaba de forma violenta, cruel, fuerte, manteniéndose Norina siempre muy firme en su posición, llegándome a preguntar ¿Por qué es tan cruel?”.

Ha sostenido, asimismo, que esta ópera “es una bomba, una pasada, cualquiera que venga se lo pasará muy bien, porque tiene un punto de modernidad muy grande y musicalmente es un punto de inflexión”.

Serena Sáenz ha aseverado que, especialmente en el momento en el que su personaje de Norina da una bofetada a don Pasquale, piensa que no querría ser como ella, pero, al final, lo que busca es dominar “las riendas de su vida”.

A nivel vocal, lo que le gusta es que “es muy agradecido” con una evolución “bastante cómoda” para una soprano.

Por su parte, Carles Pachón, que debuta en el rol de Dottor Malatesta, ha coincidido con sus compañeros en el buen ambiente que se ha creado en los ensayos y sobre su personaje ha destacado cómo “juega con la doble cara a lo largo de la obra, con momentos hilarantes ante el público o dando indicaciones escénicas sobre cómo se tiene que comportar Norina, lo que no ocurre en otras óperas”.

El reparto se completa con Alessandro Corbelli, que se alternará con el zaragozano Carlos Chausson, mientras que el donostiarra Xabier Anduga y el argentino Santiago Ballerini serán Ernesto.