La academia de críquet G.S. Harry lleva en pie más de dos décadas. EFE/Mikaela Viqueira

La liga india de críquet femenina: deficitaria y a la sombra de los hombres

Hugo Barcia y Mikaela Viqueira |

Nueva Delhi (EFE).- La edición inaugural comienza el 4 de marzo. Las mayores empresas de la India invirtieron más de 550 millones de dólares para adquirir los cinco clubes participantes. Un 15 % del valor de los equipos masculinos. 500 millones de personas ven la liga masculina. Se espera que solo 20 millones sigan la femenina de críquet.

La India, país donde el críquet es rey, organizará desde este año la Premier League Femenina de críquet (WPL, en inglés), una competición análoga al torneo masculino y que está encaminada a profesionalizar a las deportistas femeninas en el país asiático.

Formada por cinco equipos que disputarán un total de 22 encuentros entre el 4 y el 26 de marzo en la ciudad occidental de Bombay, la competición, impulsada por la Junta de Control para el Críquet en la India (BCCI), servirá de telonera para el inicio unos días después de la Premier League masculina (IPL), la verdadera gallina de los huevos de oro.

Escaso interés económico

El inicio de la competición femenina contó con el interés de una treintena de empresas indias, varias de ellas propietarias de clubes del torneo masculino, que pujaron por hacerse también con el control de alguna de las cinco franquicias.

Sin embargo, se requirió de un gasto mucho menor, con un desembolso promedio de 112 millones de dólares por equipo, que elevó la inversión total por encima de los 550 millones, según afirmó a EFE Karan Taurani, vicepresidente de la firma india de mercados de capital, Elara Capital.

Aunque esta cifra tan solo supone un 15 % del valor promedio de los equipos de la IPL, casi dobla los 60 millones de dólares que costó cada club masculino en la edición inaugural del torneo en 2008.

La desproporción es todavía mayor en el apartado de los derechos televisivos, que en la IPL supone hasta el 80 % de los presupuestos de algunos clubes.

Viacom18, la empresa conjunta entre Paramount y Reliance Industries que ya posee los derechos digitales del torneo masculino, pagó 114,8 millones de dólares para emitir la WPL durante los próximos cinco años, a diferencia de los 6.000 millones que costó el año pasado emitir un lustro de la liga masculina.

Una diferencia abismal que Taurani achaca al limitado alcance que tiene el críquet femenino, de tan solo 20 millones de personas, en un país compuesto por 1.400 millones de habitantes y que idolatra el críquet como si se tratase de una religión. En comparación, la IPL es seguida por más de 500 millones.

Todo esto convierte a la nueva competición en una inversión que “solo puede generar grandes dividendos a largo plazo, siempre que el críquet femenino atraiga a un gran número de seguidores en la India”, indicó el experto.

… y un gran techo de cristal

La desigualdad salarial entre hombres y mujeres también es otro aspecto que se palpa desde la base. En la creación de la IPL en 2008, cada equipo dispuso de un límite salarial de 5 millones de dólares para confeccionar su plantilla, mientras que ese tope se sitúa en 1,5 millones para la femenina, según datos del BCCI.

De las 87 jugadoras que disputarán la primera edición de la WPL, treinta de ellas extranjeras, la india Smriti Mandhana será la mejor pagada con un sueldo bruto de unos 410.000 dólares. El salario mínimo, mientras tanto, quedó fijado en 12.000 dólares.

La creación de esta liga supone aun así un avance en la profesionalización de las deportistas indias, que hasta el momento solo podían mostrar su potencial en los partidos de la selección nacional y en una pequeña liguilla anual de una semana que enfrentaba a tres equipos.

Pese a las barreras económicas y la escasa inversión, las mujeres muestran cada vez más interés por aprender el deporte rey del gigante asiático.

“Muchos talentos vienen de familias muy pobres, queremos que esas personas crezcan, a veces tenemos que luchar con las familias para que salgan adelante”, señaló a EFE G.S. Harry, director de una escuela que entrena a hombres y mujeres de todas las edades en Nueva Delhi.

La academia lleva en pie más de dos décadas y, aunque no reúne unas instalaciones perfectas, generaciones de padres han llevado a sus hijos a sus clases en este colegio en el norte de la capital india.

Allí, junto a un par de entrenadores y dos largas pistas para perfeccionar el lanzamiento de pelota y el golpeo con el bate, la noticia de una liga femenina de críquet se recibe con gran esperanza.

“Es una buena iniciativa para motivar a jugadoras como nosotras. Tal vez pueda llegar a ese nivel dentro de dos años”, sentenció a EFE Sumitra Sahni, una de sus alumnas.