Vista de una parte de la grada del estadio Metropolitano del Atlético de Madrid. EFE/JuanJo Martín/Archivo

Clausura parcial del Metropolitano dos partidos por conductas racistas

Madrid (EFE).- El Comité de Disciplina de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha sancionado al Atlético de Madrid con la clausura parcial de su estadio durante dos partidos y una multa de 20.000 euros por conductas violentas, racistas, xenófobas e intolerantes, una decisión que el club ha anunciado que recurrirá.

La sanción se produce después de que en la pasada jornada, en el partido frente al Athletic Club, un aficionado aislado profirió desde la grada de animación un grito imitando el sonido de un mono dirigido al jugador visitante Nico Williams, según recogió el acta arbitral.

Fuentes del Atlético de Madrid han informado de que el club recurrirá la resolución de la Federación, por la que entienden que se castiga a miles de aficionados por la acción de un solo individuo.

Han añadido que se ha colaborado desde el primer momento con la Policía para identificar a esta persona y que, en cuanto las fuerzas de seguridad comuniquen su identidad, ese seguidor, si es socio o abonado de la entidad, será suspendido de tal condición de forma cautelar e indefinida hasta que haya una resolución judicial y, si es considerado culpable, la suspensión sería ya de forma permanente.

El Comité de Disciplina ha considerado los hechos como infracciones muy graves tipificadas en los artículos 69.1.c), 69.2.d) y 76.2, apartados b) y d), ambos del Código Disciplinario de la RFEF.

Identificar y determinar la zona de las gradas

En su resolución señala que el club debe identificar antes de las 12:00 horas del día 3 de mayo próximo la estructura de las gradas del recinto para determinar la zona del estadio objeto de cierre que, según el acta arbitral, afectaría al sector situado en la grada fondo sur del campo.

“A tal efecto, en los dos próximos encuentros a disputar por el Club Atlético de Madrid, en sus instalaciones deportivas, se deberá cerrar el acceso al público en dicha zona, que quedará debidamente acotada, no pudiéndose reubicar a los espectadores que, en su caso, pudieran venir ocupando las mismas con carácter habitual”, añade.

También ordena que durante la celebración de los partidos que abarca la sanción de cierre parcial, la zona clausurada deberá mostrar un mensaje visible de condena a los actos y conductas violentas, racistas, xenófobas e intolerantes en el fútbol y apoyo al juego limpio.

El centrocampista del Athletic Nico Williams celebra tras marcar ante el Atlético, el pasado sábado en el estadio Metropolitano. EFE/Mariscal

El acta del partido reflejó que “aproximadamente en el minuto 36, cuando el juego se debía reanudar con saque de esquina a favor del Athletic Club, se escuchó desde la grada fondo sur un sonido imitando a un mono ‘UH UH'”, que fue escuchado por el árbitro asistente y el jugador Nico Williams.

“En ese preciso instante se activó el protocolo contra el racismo, indicando al delegado del Atlético de Madrid que el partido no podía ser reanudado hasta que se comunicara por megafonía que dichas actitudes debían cesar y que en caso de repetirse, deberíamos parar nuevamente pero esta vez entrando todos al vestuario. 1 minuto después se anunció por megafonía, reanudándose el encuentro de nuevo”, agrega la resolución.

LaLiga denuncia el ‘sonido del mono’ dirigido a Nico Williams

LaLiga incluyó en su denuncia de incidentes de público de la jornada 33 de LaLiga EA Sports el grito de un aficionado imitando aparentemente el sonido de un mono dirigido al jugador visitante Nico Williams.

El escrito refleja que el propio jugador y el árbitro asistente comunicaron el hecho al árbitro principal, quien se dirigió al delegado de campo para solicitar la activación del protocolo contra el racismo, y que se comunicara a través de la megafonía del estadio el cese de ese tipo de comportamientos.

LaLiga apuntó que tras la difusión del mensaje se reanudó el juego y no volvió a detectarse ningún grito, sonido o gesto que pudiera entenderse como impropio o intolerante durante el partido, en cuyo acta arbitral se recogió la incidencia.

La denuncia menciona también los insultos que aficionados locales en el partido Sevilla-Mallorca, de la jornada 32, profirieron contra el Betis y sus seguidores en distintos momentos del encuentro.