Ibiza, 19 oct (EFE).- El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, pidió este miércoles en Ibiza “respeto” para las jugadoras internacionales que “están viniendo y no ponen condiciones para enfundarse la camiseta de la selección”.
Así lo dijo este miércoles en Ibiza durante el acto de presentación de los dos partidos amistosos que la selección femenina absoluta disputará en la isla los próximos 6 y 11 de abril, antes de desplazarse al Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
Rubiales apuntó que se ha “concedido” respeto a aquellas jugadoras que han tomado “la decisión de condicionar su participación en la selección española”, en relación a las quince internacionales que reclamaron no ser convocadas. “Les ofrecimos diálogo y la respuesta fue la que fue”, añadió.
El presidente de la RFEF defendió al conjunto dirigido por Jorge Vilda y resaltó el “magnífico papel” que han hecho al ascender por primera vez en la historia hasta el séptimo puesto del ránking mundial de selecciones.
“Lo que queremos es que ojalá, en el futuro, nadie ponga condiciones para venir, que quien decida venir a la selección, cuando se le llame, sea sin ninguna condición; que venga con ganas y con optimismo”, dijo.
En relación a los amistosos que se disputarán en la isla de Ibiza, éstos se desarrollarán en el estadio Palladium Can Misses, campo de la UD Ibiza.
Rubiales destacó que la isla tiene una “doble responsabilidad” ya que no sólo deberá “recibirlas”, sino también “despedirlas”, al ser el último terreno de juego que pisarán antes de disputar el Mundial.
Asimismo, el máximo dirigente de la RFEF destacó el “trabajo intenso” que se está haciendo en el fútbol femenino al doblar ya las licencias desde su llegada a la federación.
Rubiales estuvo acompañado por el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, quien deseó que la isla se convierta en “talismán” para la selección, y por el alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, que subrayó que se trata de la única Ciudad Patrimonio de la Humanidad con un equipo en LaLiga SmartBank.
