Madrid (EFE).- Las matriculaciones de turismos y todoterrenos disminuyeron un 5,4 % en 2022 en comparación con el ejercicio anterior, hasta alcanzar las 813.396 unidades, en un año complicado para las ventas de automóviles marcado por la guerra en Ucrania, el aumento de los costes energéticos y la inflación.
Según los datos publicados este lunes por las asociaciones de fabricantes Anfac y de distribuidores Faconauto y Ganvam, el registro se encuentra no sólo por debajo de los números de 2021 sino también por detrás de las previsiones del sector, que se situaban en torno a las 830.000 unidades en el mejor de los escenarios.
Las tres patronales atribuyen este hecho, entre otros motivos, al pronunciado descenso que se ha producido en diciembre, con una caída de las ventas del 14,1 % y 73.927 nuevas matriculaciones, por los cuellos de botella en el transporte de los vehículos a los puntos de venta.
Esta circunstancia ha motivado que miles de automóviles permanezcan parados en puertos y campas, retrasando su entrega a los compradores.
Las matriculaciones por canales reflejan el marco del mercado general, donde los condicionantes económicos lastraron las ventas a particulares con una caída del 1,7 % para el total del año, hasta las 366.364 unidades vendidas.

En cambio, el canal de empresas logró cerrar el año con un incremento del 4,1 % y 348.144 matriculaciones, en tanto que el de alquiladores fue el más afectado con un descenso del 35,1 % y 98.888 unidades.
Riesgo de pérdida de inversiones y empleo
Las asociaciones definen a 2022 como un año “complicado” en materia de matriculaciones, como destaca la directora de comunicación de Ganvam, Tania Puche, que apunta que habría que retroceder hasta 2011 -coincidiendo con la crisis financiera- “para ver unos volúmenes parecidos”.
El director de comunicación y marketing de Anfac, Félix García, habla de la “tormenta perfecta” a la que ha tenido que hacer frente el sector durante los últimos doce meses, en los que a la ya recurrente crisis de los semiconductores se añadieron la guerra en Ucrania y la política “COVID Cero” de China.
En su opinión, todo ello deja un escenario “desfavorable” para 2023 donde, “siendo cautos” debería abordarse el “asalto a la frontera de las 900.000 unidades”, que dependerá de la evolución del conflicto en Ucrania y de la normalización de la cadena logística.
Y alerta: “con un mercado por debajo del millón de unidades existe un riesgo real de pérdida de inversiones y empleo”.
Con mayor detalle se manifiesta el director de comunicación de Faconauto, Raúl Morales, que anticipa varios posibles escenarios.
Se trataría, en un primer momento, de un crecimiento escueto del 5 %, es decir, a 870.000 unidades, al que habría que sumar un 10 % adicional si se solucionan los cuellos de botella en la producción, condición con la que se iría a 960.000 unidades.

“Ninguna de las dos previsiones es una buena noticia porque estamos muy lejos de las cifras que veíamos antes de la pandemia”, añade Morales, y es que 2019, último ejercicio previo a la COVID, cerró con casi 1,26 millones de matriculaciones.
Esto es, muy por encima de los niveles actuales a pesar de que aquel año las matriculaciones cayeron por primera vez desde 2012.