Beirut (EFE).- El primer vicegobernador del Banco Central del Líbano, Wissam Mansouri, asumió hoy de forma interina las riendas de la entidad emisora, marcando el final de tres décadas de mandatos consecutivos por parte del gobernador saliente y sospechoso de corrupción, Riad Salameh.
“Hoy, tomamos la dirección del Banco Central durante un periodo de transición que requiere la adopción de leyes reformistas”, anunció en comparecencia de prensa el hasta ahora número dos de la entidad, quien pidió la colaboración del Gobierno y el Parlamento para reflotar la economía del país.
Mansouri asumirá la dirección de forma temporal al no haber un jefe de Estado que pueda nombrar a un sucesor para Salameh y durante su estancia pretende implementar cambios de envergadura en la política monetaria para ayudar a salir de la crisis económica que sufre el país desde hace cuatro años.
Liberalización del tipo de cambio de la libra
Está previsto que su medida más destacada sea la liberalización del tipo de cambio de la libra libanesa, que desde el inicio de la depresión a finales de 2019 ha perdido cerca del 100 % de su valor frente al dólar en el mercado negro.

Sin embargo, Mansouri advirtió de que la entidad emisora no puede solucionar el colapso de forma unilateral, por lo que pidió a los diferentes partidos que dejen de lado sus “diferencias políticas” y permitan la aprobación de leyes de reforma bloqueadas desde hace tiempo en el Legislativo.
“Os pido disculpas, el Banco Central no puede elaborar políticas monetarias y financieras, y debe cooperar con el Gobierno y el Parlamento. No podemos cambiar la actual situación nosotros solos”, alertó el nuevo gobernador interino del Banco Central.
“Esta es la última oportunidad para el país”, zanjó durante su intervención.
El economista prometió “total transparencia” durante su mandato, insistió en la necesidad de levantar el secreto bancario por completo y expresó su intención de que la entidad emisora deje de financiar el gasto estatal debido a las reducidas reservas con las que cuenta.

“La única solución para acabar con la dependencia que el Estado tiene del Banco Central es mejorar las finanzas públicas, el problema no es monetario y la solución no recae sobre el Banco Central”, consideró Mansouri, al pedir, entre otras cosas, una recaudación de impuestos más efectiva.
El gobernador saliente, Riad Salameh, ha estado en el puesto de forma consecutiva desde 1993 y ya hace tiempo confirmó que no optaría a un sexto mandato cuando hoy concluyese su último encargo imputado por presuntos delitos económicos e investigado en varios países europeos.
Algunos expertos le consideran como uno de los principales artífices de la suerte de “esquema Ponzi” que llevó al colapso de la economía libanesa, con una intricada ingeniería financiera para mantener el flujo de ingresos en los bancos y poder cubrir con ellos la creciente deuda estatal.