Vista general de la reunión de los ministros de Exteriores del Mercosur, que empezó hoy en Río de Janeiro (Brasil). EFE/Antonio Lacerda

Paraguay avisa que no continuará las negociaciones con la UE si no hay flexibilidad

Río de Janeiro, 6 dic (EFE).- Paraguay, que ocupará la presidencia rotativa del Mercosur en el primer semestre de 2024, avisó este miércoles que no dará continuidad a las negociaciones comerciales con la Unión Europea (UE), si no observan “las flexibilidades necesarias para avanzar”, según anunció su canciller, Rubén Ramírez Lezcano.

“Ya no daremos seguimiento a procesos en los cuales no vemos las flexibilidades necesarias para avanzar, no debemos seguir desgastándonos y derrochando recursos, es suficiente, es tiempo de superar esta etapa y seguir adelante”, dijo Ramírez Lezcano en la reunión ministerial del Mercosur, en Río de Janeiro.

El jefe de la diplomacia paraguaya participó este miércoles en la sesión del Consejo del Mercado Común, que reúne los titulares de Exteriores y Economía del bloque suramericano que conforman Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

En su intervención, divulgada por la Cancillería por escrito, reconoció que, bajo la presidencia pro tempore brasileña, que finaliza este jueves, se han realizado “ingentes esfuerzos” para concluir las negociaciones con los Veintisiete.

“Sin embargo, no han sido suficientes para concluir con los temas que aún continúan pendientes”, remarcó.

Pese a todo, aseguró que Paraguay continuará “trabajando” y tratando de “encontrar las flexibilidades y el balance” que les permita firmar el acuerdo de libre comercio con la UE.

Aunque por otro lado adelantó que se centrarán más en estrechar lazos con países de “Oriente Medio y Asia”.

“Países como Emiratos Árabes Unidos, Japón y Corea del Sur serán nuestra prioridad”, expresó.

La UE y el Mercosur negocian crear un mercado común de 700 millones de personas desde hace más de veinte años.

El 28 de junio de 2019 alcanzaron un acuerdo político con varios puntos en abierto, pero desde entonces diversas demandas a ambos lados del Atlántico, especialmente en el ámbito agrícola y medioambiental, han embarrado el proceso negociador.

Brasil esperaba cerrar el tratado antes de finalizar el año, aunque el rechazo frontal de varios países europeos, encabezados por Francia, y las reticencias de Argentina, en vísperas de la investidura de su nuevo presidente, Javier Milei, lo han impedido.