Oficina del INEM en la calle Evaristo San Miguel, en Madrid, en una imagen de archivo. EFE/Juan Carlos Hidalgo.

El Banco de España plantea que el cobro del paro sea decreciente y compatible con el empleo

Madrid (EFE).- El Banco de España plantea introducir cambios en la duración de las prestaciones y subsidios de desempleo, con cuantías que vayan disminuyendo y cuyo cobro pueda ser compatible con el empleo, convirtiéndose en “complementos salariales”.

La entidad ha publicado este martes un capítulo monográfico sobre el mercado laboral que forma parte de su informe anual, en el que señala que la tasa de protección del sistema de desempleo en España es relativamente baja en comparación con el contexto europeo, del 55 % sobre el total de desempleados.

Sin embargo, incide en que la tasa de sustitución de la prestación contributiva (su cuantía respecto a los ingresos previos) es relativamente alta, de entre el 60 % y el 80 %.

Propuestas sobre las prestaciones

Por ello, el informe propone “introducir cambios en la duración de las prestaciones/subsidios —posiblemente condicionados al ciclo económico— y/o sendas decrecientes en sus cuantías, sin reducir los niveles de protección ex ante”.

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Un grupo de personas acceden a una oficina del INEM, en una imagen de archivo. EFE/V. Lerena

Asimismo, recomienda permitir que determinados subsidios o prestaciones sean compatibles, con carácter temporal o permanente, con el empleo, convirtiendo parte de ellos en “complementos salariales” cuando se encuentra un nuevo empleo, contribuyendo así “a facilitar la movilidad laboral y la salida del desempleo”.

Durante la presentación del informe, el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, se ha referido a la reforma del subsidio por desempleo que decayó en su tramitación parlamentaria y ha urgido a que salga adelante porque incluía su compatibilidad con un empleo.

El informe también apunta a la integración de todas las políticas de rentas que las distintas Administraciones Públicas han desplegado, conformando “un sistema de protección asistencial eficiente y robusto”.

En políticas activas, la entidad propone revisar el papel de los servicios públicos de empleo en la intermediación laboral, utilizar tecnologías en el emparejamiento entre vacantes y empleados, así como mejorar temarios y programas de formación y adaptarlos a las necesidades del mercado laboral.

Gavilán ve “margen de mejora”, ya que la participación de los desempleados y el gasto en las políticas activas son “reducidas” si se compara con otros países de la UE y cuando se pone en relación con la tasa de paro, cercana al 12 %.

Flexibilidad para empresas en la reducción de jornada

Respecto a la reducción de la jornada laboral, Gavilán ha reconocido que las jornadas efectivas trabajadas “han venido cayendo” en los últimos años pero de una forma “muy heterogénea por sectores y empresas”.

No obstante, esa reducción se ha adecuado a las características específicas de las empresas, sus efectos sobre la productividad, los costes laborales y las preferencias de los propios trabajadores, algo que “debe mantenerse en el futuro”.

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Un grupo de personas mira los carteles de una oficina del INEM. EFE/Manuel Bruque.

En este sentido, el Banco de España ha hecho un llamamiento a la flexibilidad para que las empresas “puedan ajustar sus horas trabajadas a sus condiciones específicas”, mediante un cómputo anual o bolsa de horas, aunque no ha querido entrar en más detalles.

De esta forma, se podrían evitar los posibles efectos negativos de esta medida sobre los costes laborales, la productividad y el nivel agregado de empleo y actividad.

Definir las causas objetivas del despido

Sobre el despido, el Banco de España ha detallado que, según la OCDE, las indemnizaciones por despido procedente por causas objetivas son mayores en España que en algunos países europeos, mientras que la indemnización adicional por despido improcedente es inferior.

Por ello, considera necesario seguir avanzado en la definición de las causas objetivas de despido.

Esto sería particularmente relevante, dice el informe, si se determina que las indemnizaciones por despido improcedente tengan costes “disuasorios y reparativos”, tal y como establece la Carta Social Europea, lo que elevaría su cuantía “en función de la situación personal de cada trabajador”.

Así, “aumentaría, previsiblemente, la conflictividad judicial por despidos y la incertidumbre y el coste de dichos procesos, con potenciales efectos negativos sobre el empleo”, dice el informe.

En este sentido, Gavilán ha remarcado que es importante aclarar las reglas del juego y clarificar los motivos objetivos de despido, especialmente si se quiere considerar la introducción de “costes disuasorios”.

El Banco de España propone terminar con la jubilación forzosa

El Banco de España propone eliminar la “salida forzada del mercado de trabajo”, la llamada jubilación forzosa, actualmente fijada en los 68 años, así como incentivar más la jubilación activa, que permite compatibilizar el trabajo con el cobro de parte o toda la pensión.

El supervisor bancario considera que la normativa actual de la jubilación activa “podría limitar su uso”, por lo que plantea que se pueda acceder a la misma antes de alcanzar la edad de jubilación legal ordinaria o que se actualice la pensión al finalizar el periodo de compatibilidad.

La jubilación activa permite acceder al cobro del 50 % de la pensión una vez transcurrido un año desde haber alcanzado la edad ordinaria, porcentaje que alcanza el 100 % para los trabajadores por cuenta propia que tengan contratado un asalariado.

No obstante, esta modalidad de jubilación demorada está siendo analizada en la mesa de diálogo social en materia de pensiones, con una propuesta del Gobierno que plantea retrasar en el tiempo la tasa de compatibilización actual.

Límites a la jubilación forzosa

Además de los incentivos al envejecimiento activo y con el objetivo de extender la permanencia de los trabajadores en el mercado laboral, el Banco de España valora la introducción de límites a las cláusulas de jubilación forzosa por debajo de los 68 años llevada a cabo en los últimos años.

Estas actuaciones, entre otras, “tendrían potencial” para lograr su objetivo, si bien su eficacia en la práctica —su capacidad para generar cambios sustanciales en la decisión de jubilación de los trabajadores en comparación con un escenario sin dichas medidas— “es todavía incierta”.

Además, el Banco de España considera que, más allá del aumento de la edad legal de jubilación, para favorecer un alargamiento de la vida laboral de la población trabajadora son necesarias fórmulas más flexibles para la contratación de los trabajadores de mayor edad, así como recolocaciones, reconversiones y formación profesional incentivadas.