Vista de varios edificios residenciales en Palma de Mallorca. EFE/ Cati Cladera

Denuncian la “voracidad” urbanística en Mallorca: 5.500 m2 construidos al día

Palma, 8 feb (EFE).- La asociación ecologista Terraferida ha hecho un llamamiento a todos los partidos políticos para que impulsen un nuevo marco legal que frene la “voracidad” del crecimiento urbanístico en Mallorca, donde de 2015 a 2021 se ha construido una superficie de 5.500 metros cuadrados cada día.

El portavoz de la organización proteccionista, Jaume Adrover, ha augurado este miércoles que “el futuro de Mallorca será completamente urbano” si no se detiene la “velocidad demencial” de urbanización.

Terraferida ha realizado un estudio con imágenes aéreas de uso público para determinar la evolución de la ocupación para usos urbanísticos del suelo durante los últimos seis años de los que hay información, en los que se han construido 1.149 hectáreas, el 70 % en zonas rústicas.

El suelo “artificializado” de 2015 a 2021, equivalente a once veces la superficie del centro de Palma o a 1.400 campos de fútbol, se ha destinado en un 63 % a uso residencial y turístico, y casi dos terceras partes de estas construcciones y ocupaciones de terrenos están en áreas rústicas.

La segunda variante de urbanización más voluminosa, con 111 hectáreas, corresponde a las centrales fotovoltaicas, un tipo de instalación que continúa en expansión y que, a juicio de Adrover, nunca será suficientes para abastecer Mallorca si se mantiene el ritmo de crecimiento actual.

De 2015 a 2021, se construyeron carreteras y aparcamientos que ocuparon 99 hectáreas (80 en rústico), en 53 hectáreas (38 urbanas) se levantaron equipamientos comerciales, industriales y de servicios, y 48 hectáreas se destruyeron para la extracción de piedra y gravas, una necesidad paralela al auge de la construcción.

“Esto nos está convirtiendo en una ciudad aislada en medio del mar”, que se ocupa “a una velocidad brutal” a costa de las explotaciones agrarias, la pérdida de ecosistemas valiosos y el aumento del precio de la vivienda, “que no para de crecer”, ha subrayado Adrover.

A su juicio, el crecimiento urbanístico no genera viviendas para quienes carecen de ellas, sino para un mercado de lujo condicionado por la demanda residencial extranjera y la presión del sector turístico.

Aunque la normativa limita actualmente las edificaciones en suelo rústico a máximos de 300 a 500 metros cuadrados, la realidad es que muchos de los chalés superan en más de diez veces ese máximo contando con zonas ajardinadas, aparcamientos, pérgolas, piscinas, viales, etcétera, ha denunciado el dirigente ecologista.

“La legislación que tenemos ya no nos sirve para nada”, ha enfatizado Adrover, que ha puesto en duda que los dirigentes políticos tengan “intención” de frenar el crecimiento y ha expresado su sospecha de que han decidido pagar “el escudo social” con el incremento de ingresos que genera la construcción.