Campo del almendros, en una imagen compartida por La Unió.

La cosecha de almendra cae a la mitad y reducirá los ingresos en 17 millones

València, 13 sep (EFE).- La cosecha de almendras va a descender un 50 % de media en la Comunitat Valenciana, lo que supondrá que los agricultores dejen de ingresar más de 17 millones de euros, según las previsiones de La Unió de Llauradors.

La reducción de la cosecha -que en la provincia de Alicante o en la de Valencia se situará muy próxima al 60 %- se suma a la registrada la campaña pasada y se debe las heladas de abril por la borrasca Ciril, el impacto de la sequía, las lluvias previas y la falta de horas de sol.

La organización agraria ha informado de que la producción estatal podría bajar de media un 70 % y que pese a la reducción de la cosecha las cotizaciones no responden, pues el precio medio percibido por el productor valenciano de almendra en la semana 35 es ligeramente inferior al de la misma semana de la campaña pasada.

Sin explicación comercial

El responsable de frutos secos de La Unió, Ricardo Beltrán, afirma que no hay explicación comercial para esta situación, aunque resalta la “gran especulación” que llevan a cabo algunos agentes que intervienen en la cadena alimentaria y que desde hace tiempo vienen denunciando.

La Unió insiste en la demanda de ayudas directas para los productores en zonas de cultivo tradicional, de 125 euros por hectárea, que servirían para volver a las ayudas que ya tenía el sector en la anterior PAC, y reclama adaptar las pólizas de seguros agrarios a las particularidades del sector.

También plantea que el productor sea retribuido con un porcentaje de entre el 30 % y el 40 % de los ingresos que genera para los operadores comerciales la cáscara del fruto, muy utilizada para la elaboración de pellets para la combustión en calefacciones, que supondrían unos 2 euros más por kilo.

“Con esta solución se podría mantener la rentabilidad en las explotaciones de almendro tradicional”, sostiene Beltrán, quien lamenta que este sector se vea afectado por circunstancias climatológicas extremas y por el incremento “desmesurado” de los costes de producción.