Valladolid (EFE).- La jueza de instrucción 3 de Ávila ha decretado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, para Jesús P.H. por matar a su pareja Juana Canal hace diecinueve años.
El autor confeso del crimen asestó un golpe a Juana Canal tras una fuerte discusión en su piso del distrito madrileño de Ciudad Lineal, después descuartizó su cuerpo en la bañera y lo enterró muy cerca de la finca inspeccionada en Navalacruz (Ávila).
El hombre está siendo investigado por un delito de homicidio en el ámbito de la violencia de género.
El Juzgado de Ávila se ha inhibido al Juzgado Decano de Madrid al entender que los supuestos hechos delictivos tuvieron lugar en el partido judicial de la capital de España.

La decisión de la jueza se ha producido tras la declaración del asesino confeso, a quien el abogado de la familia de Juana Canal, Juan Manuel Medina, ha visto “entero” y sin mostrar arrepentimiento.
A las puertas de los juzgados de la capital abulense, Medina ha comentado a los periodistas que, durante los 45 minutos de interrogatorio, Jesús P.H. ha respondido a todas las preguntas que se le han formulado sobre lo sucedido en febrero de 2003.
En su auto, la jueza ha optado por decretar prisión provisional, comunicada y sin fianza, como han solicitado el abogado de la familia y la fiscalía, frente a la oposición del abogado del arrestado.
La pareja de Juana Canal confiesa que la asesinó y la descuartizó en bañera
El detenido por la desaparición de Juana Canal en 2003 ha confesado que la asesinó de un golpe tras una fuerte discusión en su piso del distrito madrileño de Ciudad Lineal y que después descuartizó su cuerpo en la bañera y lo enterró muy cerca de la finca inspeccionada en Navalacruz (Ávila).
Jesús P.H., que ha pasado la mañana de este viernes a disposición judicial, declaró en sede policial este jueves que se deshizo del cadáver de la que era su pareja tras encontrársela muerta, pero a última hora de la noche reconoció a los investigadores ser el autor el crimen, según ha adelantado el diario ABC y han confirmado a Efe fuentes próximas a la investigación.
La mató de un golpe sobre las tres de la mañana
Los agentes de la comisaría de Ciudad Lineal se personaron en el inmueble, pero no realizaron ninguna diligencia relevante.
Cuando se marcharon del piso, Jesús volvió a agredir a Juana y, sobre las tres de la madrugada, la mató de un golpe. Después, descuartizó el cadáver en la bañera.
El autor confeso del crimen debía deshacerse del cuerpo en pocas horas, ya que uno de los hijos de Juana -de su anterior pareja- había salido de fiesta y se había quedado a dormir en casa de unos familiares, pero tenía previsto volver por la mañana.
Al llegar al piso donde supuestamente ocurrieron los hechos, el menor encontró una nota manuscrita por Jesús en la que le decía que había discutido con su madre y que ella se había marchado de casa tras consumir “pastillas”, por lo que iba a buscarla.
El detenido señaló a los investigadores los dos puntos donde enterró los restos
Pero, según la confesión del detenido, había descuartizado el cadáver de su pareja y lo había transportado, al parecer sin ayuda, hasta un paraje de la localidad obulense de Navalacruz, donde la familia de Jesús tenía una finca. Cuando la familia de Juana se volcó en su búsqueda, él se mantuvo al margen y no colaboró.
En su primera confesión parcial, realizada durante la mañana de ayer, el arrestado señaló los dos puntos en los que hace casi veinte años enterró los restos mortales de Juana Canal.
En Navalacruz aparecieron en 2019 los primeros restos, descubiertos casualmente por un senderista, un fémur y el cráneo. Una vez confirmado que esos restos correspondían a Juana Canal, la semana pasada se desplazó a la zona un amplio dispositivo de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, que encontraron más, en concreto una costilla, la cadera, otro fémur y una parte de la columna vertebral que, a falta del cotejo de ADN, también pertenecerían a Juana Canal.
Edición web: Belén Mayo y Marina González