Cádiz (EFE).- El menor de 14 años que ayer hirió con unos cuchillos a tres profesores y a un estudiante en su instituto de Jerez de la Frontera (Cádiz), será trasladado a un centro de internamiento de menores, han informado a EFE fuentes próximas a la investigación.
Tras tomarle declaración, la Fiscalía de Menores de Jerez y el juez que instruye el caso han acordado adoptar medidas cautelares contra el menor, que al haber cumplido los 14 años es imputable. El menor ha colaborado en su declaración ante el fiscal de Menores.
El juicio se celebrará en unos meses, cuando finalice la investigación, que incluirá la toma de declaración de testigos y los atestados de las fuerzas de seguridad, según las mismas fuentes.
El menor ha sido puesto hoy a disposición de la Fiscalía de Menores, tras pasar la noche y el día de ayer en la comisaría de Jerez de la Frontera, a la que fue trasladado tras ser detenido en el IES Elena García Armada de Jerez, poco después de que cometiera las agresiones al inicio de la jornada escolar.
Vuelta a clase tras una noche de “pesadillas y miedo”
Mientras, los alumnos del instituto han vuelto este viernes a las clases después de los incidentes de ayer y tras haber pasado una noche marcada por las “pesadillas y el miedo”, según han manifestado algunos padres.
“Mi hija ha pasado una noche de pesadillas y de miedo después de los momentos de pánico vividos”, ha comentado el padre de una alumna a las puertas del centro.
Los alumnos estaban citados a media mañana para recibir unas clases impartidas por especialistas en atención emocional en el marco de un plan diseñado por el Equipo Técnico Provincial para la Orientación Educativa y Profesional y el Equipo de Orientación Educativa Especializado.
“Aunque los niños son fuertes y jóvenes pero van a necesitar esa ayuda de profesionales porque han pasado un golpe muy duro”, ha dicho la madre de una niña del instituto, que ha valorado la pertinencia de afrontar esta situación “cuanto antes para volver a la normalidad”.
“Más nerviosos de lo habitual”
Algunos de los presentes se daban cuenta de que no era una entrada normal al centro y varios padres coincidían en que a los alumnos se les veía “más nerviosos de lo habitual y todavía con algo de miedo”, pero confiaban en que ya el lunes el regreso a las clases sea como cualquier día.
Recordando lo sucedido en la mañana del jueves, un padre relataba que “en un primer momento mi hijo pensó que era una broma cuando se oyeron los gritos en la clase de al lado” y ha añadido que el alumno ha pasado un día complicado “cuando ha sido consciente de lo que realmente ha sucedido”.
Un sentir generalizado entre los padres del centro es esperar con cautela el curso de los acontecimientos hasta que los hechos queden esclarecidos en la investigación que se abrió tras la detención del presunto agresor.
La tía de un alumno del instituto ha reconocido que el comentario generalizado es que al presunto agresor “lo estaban acosando y lo han ido cansando” y ha dicho que los padres deben estar más pendientes “de lo que llevan los alumnos en sus mochilas”.
El alumnado del instituto tiene previsto acabar las clases a la hora normal de cada día y ya el lunes se retomará el horario habitual, aunque se mantendrán las pautas de actuación con los menores marcadas por parte de especialistas de la Consejería de Desarrollo Educativo.
Un gabinete psicológico actuará en el instituto
Un gabinete psicológico se establecerá la semana próxima en este instituto de Jerez para atender los requerimientos que sean precisos, según ha anunciado la consejera andaluza de Educación, Patricia del Pozo.
A partir del lunes la comisión de convivencia del centro educativo investigará el alcance de los hechos para, desde el punto de vista educativo y pedagógico, establecer si es necesario adoptar medidas preventivas y, sobre todo, si ha habido algún tipo de acoso, según ha explicado la consejera a los periodistas.
Igualmente deberá determinar si ha habido alguna causa que haya podido ser la desencadenante del suceso, y si esa causa, de haber existido, se ha producido de manera puntual o reiterada.
La consejera ha confirmado que el agresor, de 14 años y alumno de tercero de la ESO, no ha tenido ningún problema de conflictividad en toda su trayectoria académica, en ninguno de los centros en los que ha estudiado.
