José Miguel Blanco |
Madrid (EFE).- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afronta una cargada agenda exterior en 2024 que incluye numerosas citas en Europa y al menos cuatro viajes al continente americano, dos de ellos a Estados Unidos, uno a Brasil y otro a Ecuador.
Pese a que la actividad internacional de Sánchez no se paralizó tras las elecciones generales de julio, el hecho de estar en funciones hasta noviembre sí condicionó cerrar algunas cumbres de carácter bilateral y posponer, en medio de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea, los preparativos de otros viajes.
Su primera cita prevista fuera de España este año será el Foro Económico Mundial de Davos, que comienza el 16 de enero y en el que estará acompañado previsiblemente por su nuevo ministro de Economía, Carlos Cuerpo.
Quince días después tendrá que desplazarse a Bruselas al primer Consejo Europeo de 2024, convocado para el 1 de febrero con carácter extraordinario con el fin de intentar llegar a un acuerdo sobre la revisión del marco financiero plurianual ya que no fue posible lograrlo en la cumbre de líderes de la UE de diciembre.
El objetivo es desbloquear el paquete de 50.000 millones de euros para Ucrania que apoyan todos los socios europeos menos Hungría y para cuya aprobación se necesita la unanimidad de los Veintisiete.
Bruselas, destino recurrente
A la espera de que pueda haber otras cumbres extraordinarias de la Unión Europea durante el año, ya hay cerradas las cuatro habituales de Bruselas para cada uno de los trimestres -marzo (fijada para el 21 y 22), junio (27 y 28), octubre y diciembre- y otras dos informales que también se celebrarán en la capital belga el 17 y 18 de abril una de ellas y el 17 de junio la otra.
Bélgica, que en el primer semestre del año toma el testigo de España y asume la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, será por tanto el destino internacional más recurrente para Sánchez en un año en el que entre el 6 y el 9 de junio los Veintisiete están llamados a votar en las urnas el nuevo Parlamento Europeo.
Los viajes ya previstos que le harán cruzar el Atlántico se concentran en el segundo semestre del año.
El primero de ellos será a Estados Unidos para asistir en Washington del 9 al 11 de julio a la cumbre de la OTAN en la que actuará de anfitrión Joe Biden, y el segundo será al mismo país pero en este caso con destino Nueva York para estar presente el 24 de septiembre en la apertura del debate general anual en la Asamblea de la ONU.
Pero para los dos días anteriores está convocada también en Nueva York la denominada Cumbre del Futuro y Sánchez prevé igualmente asistir a ella.
Cita del G20 en Río
En noviembre volverá a pisar el continente americano para acudir a la cumbre del G20 que organiza Brasil y que se desarrollará en Río de Janeiro los días 18 y 19, y ese mismo mes (a la espera de confirmación oficial de la fecha) se desplazará a Ecuador a la XXIX cumbre iberoamericana que acogerá la ciudad de Cuenca.
No serán los únicos viajes que tendrá que hacer en noviembre, porque acudirá a la cumbre del clima COP29 organizada por la ONU, que este año tendrá como sede Bakú, la capital de Azerbaiyán, y que se prolongará del 11 al 22 de ese mes.
Antes, en el primer semestre pero sin fecha anunciada aún, se desplazará al Reino Unido, país que organizará la IV cumbre de la Comunidad Política Europea (la última se celebró en octubre en Granada), un foro que engloba a los Veintisiete y a la mayoría de países europeos que no forman parte del club comunitario.
La siguiente reunión de este grupo debería ser en el segundo semestre del año en Hungría como país que tendrá en ese periodo la presidencia del Consejo de la UE.
A todo ello se sumarán viajes aún no cerrados de carácter multilateral como la cumbre euromediterránea y otros bilaterales que fuentes del Gobierno aseguran a EFE que se sucederán en los próximos meses para seguir fomentando las relaciones con diversos países.
Cumbres bilaterales
En ese contexto se enmarca la decisión de si repetirá como ha hecho algunos años una gira por varios países iberoamericanos a finales de agosto y también las tradicionales cumbres de España con otros países que por ahora no tienen fecha.
A Francia le corresponde organizar la próxima cumbre bilateral con España después de que la última se celebrase el pasado mes de enero en Barcelona; Portugal debe ser anfitrión de la cita anual hispano-lusa cuya última edición se convocó en marzo en Lanzarote; es el turno de Alemania para la siguiente cumbre entre los dos países tras la última en A Coruña en octubre de 2022; y Rumanía tendría que organizar la próxima cita a dos (sería la segunda).
También está pendiente desde 2020 otra que debería organizar Italia, y, por el contrario, España tiene que acoger la próxima que protagonice junto a Polonia y también la que, cuando se decida, reunirá al presidente del Gobierno con su homólogo marroquí.
A la espera sigue la visita oficial de Sánchez a Marruecos a la que le invitó el rey Mohamed VI después de que éste no pudiera recibirle al estar fuera de su país en la última cumbre bilateral, celebrada en Rabat el pasado febrero.
No hay previsión de recuperar por el momento la cumbre bilateral con Argelia (la última fue en 2018) pese a que se han dado pasos en el último año para normalizar relaciones después de que el país magrebí rompiese el Tratado de Buena Vecindad en respuesta a la posición española sobre el Sáhara Occidental.
