Zaragoza (EFE).- La punta de la crecida del Ebro corre desde esta madrugada por tierras aragonesas, donde ha anegado campos de cultivo y ha obligado a cortar dos carreteras, que gracias a la labor de laminación de los embalses no ha pasado de ordinaria y ha permitido a las barreras de contención resistir y evitar la inundación de cascos urbanos.
En Novillas, primera población ribereña, la punta ha llegado con algo más de 7 metros de altura y desde ahí el agua ha discurrido con un caudal en torno a los 2.000 m3/sg que quedará en 1.600 cuando la cresta llegue este viernes a Zaragoza pasado el mediodía, por debajo de los casi 2.500 de marzo de 2015, la mayor registrada desde 2003.
Más de sesenta efectivos de la UME desplegados
No obstante, ante las primeras previsiones de que podía tratarse de una crecida extraordinaria, el Gobierno de Aragón cuenta desde esta mañana con 66 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) después de declarar el nivel dos de emergencia del plan de Protección Civil, que están colaborando en labores de achique y de vigilancia junto a otros 26 medios de distintas administraciones.
El presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha presidido este mediodía la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi), donde se han ofrecido datos “más tranquilizadores”, como ha apuntado a los medios, sin que ello implique rebajar el nivel de precauciones que seguirán, ha dicho, “al máximo” para que “no se produzcan más daños que aquellos que sean estrictamente necesarios”.
Así, como medida preventiva, se ha aconsejado desalojar algunas urbanizaciones próximas al río en Zaragoza (Doña Sancha), Pastriz (Torre Urzáiz), El Burgo de Ebro (Los Huertos) y Villafranca de Ebro (Los Toyos).
Laminación de embalses
Durante este episodio se han llevado a cabo desembalses y laminación en los pantanos de Ullibarri y Urrúnaga, en el País Vasco; Eugi, Alloz, Itoiz y Yesa, en Navarra, Mansilla, en La Rioja, y en el Sistema de Mequinenza, Ribarroja-Flix con el objetivo de reducir los caudales máximos aguas abajo.
En este sentido, Azcón ha destacado que el llenado del embalse de Yesa ha contribuido a disminuir en 500 m3 por segundo el agua que está llegando hoy a la ciudad de Zaragoza.
Afecciones en infraestructuras
Tan solo ha sido necesario cortar dos carreteras, el tramo de la A-127 que accede al municipio de Gallur y la CP-3 que une Boquiñeni con Pradilla de Ebro.
También se han anegado algunas infraestructuras de recreo, parques, columpios y campos de fútbol situados junto al río por la filtración desde el freático.
Los daños en zonas de cultivo tendrán que ser evaluados cuando baje el nivel de las aguas y en este momento no constan daños graves en explotaciones ganaderas, algunas de las cuales ya fueron desalojadas por consejo del Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón y otras han sido protegidas para evitar que el agua alcance a los animales.
Según Beltrán, esta unidad ya estaba preparada con los medios de vialidad invernal, que han sido cambiados ahora por bombas de achique y que “prácticamente a las 5 de la mañana estaban ya en movimiento” para acudir al puesto de mando y disponer de los servicios en función de la evolución de la crecida, que en esta ocasión no ha afectado a núcleos urbanos ni ha hecho necesario llevar a cabo evacuaciones.
Todos los medios desplegados con la colaboración de la Guardia Civil vigilan fundamentalmente el estado de caminos y carreteras así como las instalaciones ganaderas y agrícolas que suelen tener afecciones cuando hay avenidas del Ebro, ya que aunque esta riada no va a llegar a carácter de extraordinario sí presenta “suficiente necesidad de atención” y motivo por el que se ha decretado dicho nivel de emergencia, ha explicado Beltrán.
