Madrid (EFE).- El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha preferido esperar a la investigación abierta sobre la actuación de dos agentes policía durante una reyerta ocurrida en el barrio madrileño de Lavapiés el pasado viernes antes de sacar conclusiones sobre si fue o no proporcionada.
Marlaska ha hecho estas manifestaciones a los periodistas antes de presentar un poemario sobre lo atentados del 11M y al ser preguntado por esa actuación.
Antes de nada, ha querido dejar claro el trabajo de los más de 156.000 agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil para tutelar los derechos y libertades de los ciudadanos y crear un espacio de seguridad donde ejercerlos.
Después se ha referido a la investigación reservada que lleva a cabo la Policía Nacional y la de oficio abierta por la Oficina Nacional de Garantía de los Derechos Humanos (ONGADH), dependiente de la Inspección de Personal y Servicios de Seguridad de la Dirección General de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad. Ambas aclararán lo sucedido.
La Policía dice que las imágenes no están completas
La Policía Nacional detuvo el pasado viernes a dos personas tras una reyerta por droga en Lavapiés, en una intervención que ha sido criticada en redes sociales por dirigentes de Podemos y otras fuerzas de izquierdas al considerarla “racista”, si bien la Policía la ha achacado a la violencia de los arrestados y a que las imágenes difundidas no están completas.
En las imágenes que denunció en la red social X el secretario de antirracismo de Podemos, Serigne Mbaye, se puede ver a un agente neutralizando a un hombre de raza negra mientras otro policía le propina dos golpes con la porra y después intenta detener a otro que, según parece, le recrimina su actitud.
La Oficina Nacional de Garantía de los Derechos Humanos fue creada en febrero de 2022 y tiene como cometido velar por el cumplimiento por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de las normas nacionales e internacionales que garantizan el respeto a los derechos fundamentales de las personas.
Marlaska ha reiterado que ambas investigaciones se desarrollarán y se sacarán conclusiones.
El titular de Interior ha aprovechado para recordar como desde que gobierna Pedro Sánchez se ha incrementado el número de efectivos de las fuerzas de seguridad del Estado, han aumentado en un 38 % sus salarios y han crecido las inversiones en medios materiales.
Para Marlaska, es la “mejor forma de reconocer el trabajo de esos hombres y mujeres”.
SOS Racismo: los abusos policiales son “sistemáticos” en Lavapiés
La presidenta de SOS Racismo Madrid, Sarahi Boleko, ha asegurado que los abusos policiales hacia la población racializada y migrante en la barrio madrileño de Lavapiés son “sistemáticos”, no un caso aislado.
En declaraciones a la Agencia EFE, Boleko se ha referido así al vídeo en el que se puede ver a un agente de la Policía Nacional neutralizando a un hombre de raza negra mientras otro policía le propina dos golpes con la porra y después intenta retener a otro cuando este le recrimina su actitud.
La presidenta de SOS Racismo Madrid ha relatado que la versión de los jóvenes dista mucho de la aportada por las autoridades, que aseguran que se trató de una respuesta a una actitud violenta de los jóvenes en el contexto de una reyerta relacionada con el menudeo de drogas.
Los afectados alegan que fueron a comprar comida para su comunidad con el objetivo de romper el ayuno del Ramadán y, al salir, se produjo la identificación policial.
Una intervención en la que, según esta activista, uno de los policías “se dedica a dar golpes desproporcionados a una persona que está sin intención de hacer daño a nadie, a la que sigue golpeando en una actuación desmedida y claramente con motivación racista”.
Abuso de detenciones por atentado contra la autoridad
Para SOS Racismo, lo ocurrido este fin de semana en Lavapiés no es un caso aislado sino que se trata de actuaciones “sistemáticas” en un barrio que siempre cuenta con una gran presencia policial, lo que acaba por “criminalizar” a su población, en gran parte migrante y racializada.
Según su relato, es frecuente que los agentes paren e identifiquen a personas de este colectivo sin una motivación legítima, para luego acabar por denunciarlas o detenerlas por atentado contra la autoridad en el transcurso de esa intervención y no por algo que estuvieran haciendo previamente.
La activista ha recordado como ejemplo de estas actuaciones “desproporcionadas” la macrorredada efectuada por la Policía Nacional contra el menudeo de drogas en septiembre de 2023 en esta zona, que se saldó con 154 personas identificadas y dos detenidas.
Una ley contra el racismo y formación para policías
Ante esta situación, Boleko, que es especialista en Relaciones Internacionales y Estudios Africanos, exige al Gobierno que reconozca el “racismo estructural” y los “sesgos racistas que motivan los dispositivos policiales”.
Y, al tratarse de “actuaciones sistemáticas”, pide “medidas legislativas” como una ley contra el racismo y “políticas públicas que protejan la vida y la dignidad de las personas racializadas” frente a casos como estos.
También considera importante que se imparta formación sobre antirracismo a los agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y se revise profundamente su modo de proceder para evitar, entre otras cosas, las identificaciones por perfil racial.
