Vista de un lobo Ibérico descansa en una reserva Natural. EFE/Archivo

El lobo ocupaba el 65 % de la Península en el XIX, tres veces más que hoy

Huelva, 2 sep (EFE).- Un equipo científico liderado por la Estación Biológica de Doñana del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (EBD-CSIC), ha estimado que la distribución del lobo a mediados del siglo XIX era de, al menos, un 65 por ciento de la superficie de la Península Ibérica, tres veces más que hoy día.

Para llegar a estas conclusiones, han acudido al diccionario geográfico editado por Pascual Madoz a mediados del siglo XIX, que describía cada población de España y accidente geográfico de España, y a modelos estadísticos; un trabajo realizado en colaboración con el Centro Alemán para la Investigación Integrativa de la Biodiversidad – iDiv, ha informado la EBD-CSIC en un comunicado.

El diccionario geográfico editado por Pascual Madoz a mediados del siglo XIX supuso un titánico esfuerzo colectivo, con más de 1.400 participantes, para describir cada núcleo de población y accidente geográfico español.

El equipo responsable del estudio ha revisado las más de 11.000 páginas de los 16 volúmenes del diccionario para recopilar y localizar en el mapa más de 1.500 menciones al lobo, distribuidas por todas las provincias de la España peninsular, a la vez que se recopilaron y localizaron también más de 5.200 menciones a otras especies de fauna terrestre, considerando como zonas de posible ausencia de lobo aquellos lugares en los que se mencionaban otras especies de animales salvajes, pero no al lobo.

El equipo científico ha combinado la colección de localidades con y sin lobo extraídas del diccionario con diferentes variables que describían características ambientales y de poblamiento humano para estimar mediante modelos estadísticos la distribución del lobo en España a mediados del siglo XIX.

Los resultados han mostrado que la presencia de lobo era menos frecuente en las zonas más llanas, más aptas para la agricultura y con mayor densidad de población humana; de manera conservadora, la especie ocupó más de 317.000 km2 , es decir, más del 65 % de la superficie de la España peninsular.

Según Miguel Clavero, investigador de la EBD-CSIC y autor principal del trabajo, “esta estima del área ocupada debe tomarse como un valor mínimo, ya que la fiabilidad de las presencias de lobo identificadas en el diccionario de Madoz es mucho mayor que la de las ausencias; el área con presencia de la especie a mediados del siglo XIX era con seguridad mayor”.

La distribución del lobo en España alcanzó su mínima expresión en torno a 1980; desde entonces, la especie ha recolonizado algunas zonas, aunque el número estimado de grupos ha permanecido prácticamente inalterado en los dos censos nacionales realizados, completados en 1988 y 2014.

La inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres de Protección Especial impone fuertes limitaciones a estos controles y ha encontrado la oposición frontal de algunos actores sociales”, ha explicado Miguel Clavero.

Comparando la situación actual con la distribución histórica, la superficie hoy ocupada supondría poco más del 30% de la histórica alcanzada a mediados del siglo XIX; introduciendo esta visión a largo plazo, “la supuesta expansión reciente de la especie supondría poco más que una estabilización del acusado declive sufrido por la especie”, ha indicado el investigador.