El propietario de un local arregla los desperfectos tras sufrir actos de vandalismo, en Barcelona, en una imagen de archivo. EFE/Quique García

La seguridad en Barcelona: caen los delitos pero el debate emerge de nuevo

Barcelona (EFE).- Tras caer un 12,2 % los delitos en verano, pese a los malos augurios con que se afrontó el primer periodo vacacional tras la pandemia, un homicidio con arma blanca durante las fiestas de la Mercè ha vuelto a abrir el debate sobre la seguridad en Barcelona, a ocho meses de las elecciones municipales.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que en mayo aspirará a un tercer mandato, ha lamentado que los medios difundan la idea de que solo hay “violencia en Barcelona”, obviando que la misma semana del homicidio durante las fiestas de la Mercè se registraron otros seis asesinatos más en Cataluña.

Seguridad en Barcelona: Actos vandálicos en una marquesina
Miembros del servicio de limpieza en una zona afectada por actos vandálicos en Barcelona. EFE/Quique García

Pese a que las estadísticas de delitos van a la baja en Barcelona, los últimos barómetros municipales sitúan a la seguridad como la primera preocupación de los ciudadanos, ante lo que el Ayuntamiento y la Generalitat se han conjurado en los últimos años para incrementar la presencia policial y potenciar la colaboración entre Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana.

Los datos

Según el último balance estadístico de los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana, durante los meses de julio y agosto los delitos han bajado un 12,2 % en Barcelona respecto al mismo periodo de 2019 -el último curso comparable antes de la pandemia-, pese a la recuperación del turismo.

En concreto, los robos con violencia e intimidación en la vía pública han bajado un 12,1 % (han pasado de 2.223 a 1.953), los robos con fuerza en domicilio han caído un 20 % (de 1.396 a 1.116), los robos con fuerza en establecimientos comerciales un 42,9 % (de 539 a 308) y los robos con fuerza en interior de vehículos un 9,65 % (de 2.125 a 1.920).

Por su parte, los hurtos, que durante el verano han representado la mitad de los delitos cometidos en Barcelona, se han reducido en un 22,4 % (de 23.932 a 18.567), mientras que las agresiones sexuales han caído un 21 % (de 60 a 47), si bien los abusos sexuales han subido un 63 % (de 74 a 121) y se han registrado 155 denuncias por tenencia de armas prohibidas, un 68,48 % más que en 2019.

Y todo ello pese a que antes de las vacaciones las previsiones policiales apuntaban a que se podrían repetir situaciones como las del verano de 2019, cuando el concejal de Prevención y Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, llegó a hablar de crisis de seguridad en la capital catalana.

Además, durante el primer semestre del año los delitos cayeron un 21,7 % en Barcelona y un 3,9% en Madrid, mientras aumentaron un 5,2% en el conjunto de España, según datos del Ministerio de Interior.

En Barcelona ha habido 450 casos de riñas y lesiones en el primer semestre del año -con una caída del 73 % respecto al mismo periodo de 2019-, mientras que en Madrid esta cifra se dispara hasta los 876 casos -con un aumento del 29,2 %-, al tiempo que los hurtos han bajado un 35 % en Barcelona -de 56.015 a 36.386-, mientras que en Madrid lo han hecho en un 18,7 % -de 57.989 a 47.102-.

En los delitos más graves, como los homicidios, Barcelona presenta unas cifras inferiores a las de las ciudades europeas de su entorno: 5 en el primer semestre de este año, por los 13 de Madrid.

La percepción

Más allá de las estadísticas, los barómetros municipales de los últimos años -con los hurtos capitalizando la actividad delictiva y con varios episodios de disturbios- sitúan a la seguridad como el principal problema para los ciudadanos de Barcelona.

No obstante, la última encuesta de victimización, de julio pasado, aprueba la percepción de seguridad en la ciudad -con una nota de 5,4 sobre diez- y en el propio barrio -con un 6,1 sobre diez-, así como el servicio que prestan la Guardia Urbana -6,5- y los Mossos -6,9-.

La visión del Ayuntamiento y de los Mossos

¿Barcelona es una ciudad segura? “Rotundamente sí”, ha asegurado, en declaraciones a Efe, Albert Batlle, que ha admitido que Barcelona tiene “problemas puntuales” de seguridad en determinadas tipologías, pero que su situación no tiene nada que ver con la de algunas metrópolis latinoamericanas, ya que su nivel de seguridad es comparable al de las ciudades europeas con mejores estándares.

Batlle ha reconocido que, si bien en los delitos graves Barcelona presenta unas estadísticas inferiores a las de las capitales europeas, sí que sufre las consecuencias “negativas” de ser una ciudad de “éxito” con un gran atractivo turístico y ser un punto de referencia en actividades económicas y de ferias, lo que se traduce en delitos de “baja intensidad”.

Seguridad en Barcelona. Un local afectado por actos vandálicos en Barcelona
Un local afectado por actos vandálicos en Barcelona. EFE/Quique Garcia

“Tenemos un problema muy grave con los hurtos, que generan inseguridad y, sobre todo, mucha percepción de inseguridad”, ha apuntado Batlle, que ha recordado que uno de los objetivos de corrección que se propusieron para este mandato fue endurecer el castigo a la reincidencia en el Código Penal, lo que se logró en agosto, por lo que prevé que en poco tiempo ya dé frutos.

Para combatir la percepción de inseguridad, Batlle ha remarcado que durante este mandato, en el que ha destacado la buena colaboración con la Generalitat y con otros cuerpos policiales, se han incorporado a la Guardia Urbana unos mil nuevos agentes (ahora son ya unos 3.500), mientras que los Mossos también han apostado por reforzar su dotación en Barcelona.

Batlle también ha indicado que les preocupa el perfil “más violento” en algunos robos, lo que atribuye a un fenómeno de delincuencia urbana común a grandes ciudades, así como el incremento del uso de armas blancas, no específicamente ligado a Barcelona, sino a las grandes concentraciones urbanas y vinculado a personas jóvenes, con menor sentido del riesgo, por lo que es una cuestión que ya se está analizando desde el punto de vista policial.

Por su parte, la jefa de los Mossos d’Esquadra en Barcelona, la comisaria Marta Fernández, ha indicado a Efe que las cifras objetivas demuestran que Barcelona “es una ciudad segura”, donde el delito preeminente es el hurto, de baja intensidad, y que han bajado los lesionados en los robos violentos.

Fernández considera que, con las estadísticas en la mano, no hay motivos objetivos para que haya percepción de inseguridad.
En este sentido, ha subrayado que una de las prioridades de los Mossos son los delitos contra las personas, así como los robos violentos y en interior de domicilios, que combaten con una estrategia que ha permitido aumentar las detenciones con planes específicos, como el Tremall -contra la reincidencia, que ha permitido un 17 % más de arrestos por robos violentos- o el Titani -contra los robos de relojes-.

En el caso de los robos violentos, ha remarcado que la mayoría son sin armas -que aparecen solo en el 11 % de los casos-, ejecutados por una persona que actúa en solitario y sin provocar lesiones.

Además, ha subrayado que en algunos casos los delitos afloran gracias a la actividad policial, como por ejemplo el tráfico de drogas o las denuncias por tenencia de armas prohibidas -que han repuntado un 68%, en parte debido a la mayor presión y controles-.

Degradación, incivismo, inseguridad

Una visión opuesta es la que mantiene Eugenio Zambrano, secretario de organización del sindicato mayoritario en la Guardia Urbana, el CSIF, que considera, en declaraciones a Efe, que Barcelona es una ciudad “insegura” porque está convencido de que lo que han bajado no son los delitos, sino las denuncias, ya que muchas víctimas prefieren ahorrarse las colas en comisaría.

Según Zambrano, Barcelona se ha convertido con Ada Colau en una ciudad “degradada por la suciedad y el incivismo”, factores que cree que atraen a la delincuencia, como ocurre por ejemplo con los botellones, a su juicio un campo propiciatorio para el tráfico y el consumo de drogas, las agresiones sexuales, los robos, las peleas multitudinarias y los navajazos -ante lo que plantea castigar duramente la tenencia de armas blancas en la calle-.

“Estamos recogiendo lo que se ha sembrado estos ocho años (de mandato de Ada Colau)”, apunta Zambrano, que también carga contra el líder del PSC en Barcelona, Jaume Collboni, a quien recrimina que no haya mantenido el legado en materia de seguridad de los últimos alcaldes socialistas, Joan Clos y Jordi Hereu, ni de Xavier Trías (Junts).

Zambrano ha censurado el mensaje de política “pro-okupa, pro-manteros y pro-incivismo” que a su juicio promueve Colau, ya que, pese a que el Código Penal y la Ley de Seguridad Ciudadana son iguales para toda España, los delincuentes “han elegido Barcelona” porque se ha creado un “microclima delictivo” que le favorece.

Edición web: Rocío Casas