La alta representante de la UE para política exterior y de seguridad, Kaja Kallas (i), y el comisario de Comercio europeo, Maros Sefcovic (d), este miércoles durante una rueda de prensa en Bruselas sobre los acuerdos con Mercosur y México. EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

Bruselas propone acuerdos comerciales interinos para sacar adelante sus pactos con Mercosur y México

Bruselas (EuroEFE).- La Comisión Europea (CE) propuso este miércoles que se aplique provisionalmente la parte comercial de los nuevos acuerdos con el Mercosur y México a través de pactos interinos o temporales, en un intento de esquivar la oposición de países como Francia y sacar adelante unos arreglos que persigue desde hace años.

Bruselas sugirió a los países de la Unión Europea (UE) y a la Eurocámara varios actos legales para que decidan la firma y posterior celebración del acuerdo de asociación con el Mercosur y el acuerdo global modernizado con México, en los que detalló la estructura jurídica de los textos y cómo deberán ser ratificados. 

Lo que propuso la Comisión es que los pactos con el Mercosur y México cuenten con un acuerdo general que lo abarque todo y un arreglo comercial provisional que se centre exclusivamente en los elementos comerciales, una fórmula ya utilizada hace unos años en el acuerdo UE-Chile.

Eso permitiría que entren en vigor las disposiciones comerciales de los pactos, que son las que más generan polémica en países como Francia, mientras se permite que los parlamentos nacionales de los Veintisiete países miembros de la UE se pronuncien, si lo desean, sobre la parte política.

Sacar adelante los pactos

Ese acuerdo comercial provisional con Mercosur entrará en vigor una vez que vote sobre ello el Consejo de la UE, tras el consentimiento del Parlamento Europeo, explicaron fuentes comunitarias, que aludieron a la misma situación en el caso del acuerdo con México.

Especificaron que el Consejo de la UE podrá optar por primero firmar el acuerdo provisional y, luego, decidir concluirlo tras el consentimiento del Parlamento.

La Unión Europea tiene competencia exclusiva sobre la política comercial de los Veintisiete, por lo que para que el acuerdo interino salga adelante bastará una mayoría cualificada en el Consejo (el 55 % de los Estados miembros, lo que significa 15 países que representen al menos al 65 % de la población de la UE).

Por contra, los acuerdos generales, una vez firmados, deberán ser ratificados en todos los Estados miembros. Cuando eso ocurra, el pacto comercial provisional dejará de aplicarse, ya que se integrará en los acuerdos globales.

Francia ha sido el país que más resistencia ha puesto a que el acuerdo de asociación con el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) entre en vigor, pese a que se lleva negociando desde hace 25 años y las partes cerraron el texto a finales de 2024.

Bruselas aprobará este miércoles los acuerdos comerciales con Mercosur y México
De izquierda a derecha, los presidentes de Argentina, Javier Milei; de Uruguay, Luis Lacalle Pou; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; y los de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y Paraguay, Santiago Peña, el 6 de diciembre de 2024 en la sede de Mercosur en Montevideo. EFE/ Sofía Torres

“Nuestros acuerdos con Mercosur y México son hitos importantes para el futuro económico de la UE. Seguimos diversificando nuestro comercio, fomentando nuevas asociaciones y creando nuevas oportunidades de negocio”, indicó en un comunicado la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen.

Según la política alemana, las empresas de la UE y el sector agroalimentario de la UE “cosecharán inmediatamente los beneficios de la reducción de los aranceles y los costes, lo que contribuirá al crecimiento económico y a la creación de empleo”.

Una cláusula para apaciguar a Francia

Al mismo tiempo, y tras las reticencias principalmente de Francia a respaldar el pacto por temor a que su sector agrícola salga perjudicado, la Comisión presentó también este miércoles un acto jurídico para poner «en práctica” la cláusula de salvaguardia bilateral en el acuerdo de asociación entre la Unión Europea y el Mercosur.

En el proceso de determinar la arquitectura jurídica del texto, la Comisión propone un documento concreto en el que “se compromete a complementar el acuerdo con un acto jurídico que pondrá en práctica la cláusula de salvaguardia bilateral”, según fuentes comunitarias.

De esa manera, Bruselas “quiere dejar más claro cómo se aplicarán dichas salvaguardias bilaterales”, recalcaron.

El acuerdo ya establece la base jurídica y las condiciones legales para que se active la salvaguardia en el caso de que haya un aumento de las importaciones de un producto que pueda dañar a los productores europeos.

En cambio, lo que el acuerdo no dice es cuáles son los procedimientos precisos que debe seguir cada parte para aplicar la cláusula de salvaguardia de acuerdo al Derecho de la UE, precisaron las fuentes comunitarias.

Tras preocupaciones expresadas sobre cómo se aplicaría la salvaguardia, la Comisión ha querido con este documento adicional demostrar que está a la escucha y abordando cualquier inquietud, apuntaron.

En cualquier caso, las fuentes dejaron claro que este acto jurídico suplementario, “por supuesto, no cambiará las condiciones jurídicas para imponer la salvaguardia, porque son las que se han acordado en el acuerdo” negociado con el Mercosur.

“El acto jurídico tiene que seguir siendo plenamente compatible con el acuerdo del Mercosur, pero especificará lo que hará la Comisión Europea”, explicaron.

Entre los compromisos de la CE, figura que asume la responsabilidad de “supervisar muy atentamente el mercado de los productos más sensibles”, o que informará regularmente -por ejemplo, cada seis meses- al Consejo y al Parlamento, para “que todo el mundo, todas las instituciones, sepan casi en tiempo real lo que ocurre en el mercado” y que haya «total transparencia», según las fuentes.

Otro punto que recoge el documento es sobre la rapidez de actuación de la CE o el nivel suficiente de elementos para poder activar la salvaguardia.

Las fuentes comunitarias aseguraron que no esperan perturbaciones en el mercado pero que, si las hubiera, la UE cuenta con una reserva de emergencia agrícola, que en el periodo 2028-2034 se ha propuesto que llegue a 6.300 millones de euros.

Recordaron que el acuerdo en sí ya cuenta con cuotas para productos como la carne de vacuno o de ave, que son en sí salvaguardias, así como disposiciones para que cualquiera de las partes decida suspender el pacto si otra no cumple el acuerdo climático de París.

Francia tiene intención de analizar en profundidad la presentación que la CE ha hecho sobre el recurso a la cláusula de salvaguarda en el acuerdo con Mercosur, para ver si responde a las «grandes reservas» que ha manifestado.

El interés de la UE en los pactos

El comisario de Comercio europeo, Maros Sefcovic, este miércoles durante una rueda de prensa en Bruselas sobre los acuerdos con Mercosur y México. EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

El acuerdo de asociación con el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), que se empezó a negociar hace 25 años y cuyo texto fue cerrado a finales del año pasado, creará la mayor zona de libre comercio del mundo, con un mercado de más de 700 millones de consumidores.

“Las empresas de la UE disfrutarán de la ventaja de ser las primeras en llegar, beneficiándose de aranceles más bajos en una región en la que la mayoría de los demás países se enfrentan a aranceles elevados y otras barreras al comercio”, indicó la CE.

Por su parte, el acuerdo modernizado con México -el segundo mayor socio comercial de la UE en Latinoamérica- sustituye al acuerdo global entre las dos partes en vigor desde 2000 y que ha permitido a la Unión exportar más de 70.000 millones de euros en bienes y servicios a ese país. 

Para la CE, estos acuerdos generarán oportunidades de exportación por valor de miles de millones de euros para empresas de la UE de todos los tamaños, contribuirán al crecimiento económico y la competitividad, respaldarán cientos de miles de puestos de trabajo europeos y promoverán los intereses y valores de la UE, en un momento de tensiones comerciales con Estados Unidos.

Además, cree que fortalecerán las cadenas de valor y ayudarán a la UE a ampliar su gama de fuentes fiables de materias primas esenciales.

“En un momento de creciente inestabilidad geopolítica, estos acuerdos nos vinculan más estrechamente a socios estratégicamente importantes, proporcionando una plataforma común para reforzar la confianza mutua y abordar retos globales compartidos, incluida la modernización del sistema comercial mundial basado en normas”, recalcó la Comisión.

Añadió que los pactos permitirán a la UE reforzar su compromiso en cuestiones clave como el desarrollo sostenible, la delincuencia organizada transnacional y la migración.

El acuerdo de asociación con el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), que se empezó a negociar hace 25 años y cuyo texto fue cerrado a finales del año pasado, creará la mayor zona de libre comercio del mundo, con un mercado de más de 700 millones de consumidores.

“Las empresas de la UE disfrutarán de la ventaja de ser las primeras en llegar, beneficiándose de aranceles más bajos en una región en la que la mayoría de los demás países se enfrentan a aranceles elevados y otras barreras al comercio”, indicó la CE.

Por su parte, el acuerdo modernizado con México -el segundo mayor socio comercial de la UE en Latinoamérica- sustituye al acuerdo global entre las dos partes en vigor desde 2000 y que ha permitido a la Unión exportar más de 70.000 millones de euros en bienes y servicios a ese país. 

El retraso de la Comisión en aprobar formalmente y presentar los pactos con Mercosur y México se debe a que, tras la conclusión de las negociaciones en diciembre y enero pasados, Bruselas ha estado realizando la verificación legal del texto y completando su traducción a todas las lenguas oficiales de la UE.

Oposición de Polonia

A la oposición de Francia se suma la de Polonia, donde el vicepresidente del Gobierno polaco, Władysław Kosiniak-Kamysz, aseguró este miércoles que su país está «luchando por formar una minoría de bloqueo» que impida ratificar el acuerdo comercial entre la UE y Mercosur, con un posible apoyo también de Italia.

No obstante, incluso si Italia se opone a la ratificación, todo apunta a que esa minoría aún sería insuficiente, si se sigue el esquema de pactos interinos propuesto por la Comisión.

El Gobierno italiano mostró este miércoles su «satisfacción» por la inclusión de «salvaguardias adicionales para proteger a los agricultores europeos» en el texto del pacto comercial y valorará su «eficacia» antes de apoyar o rechazar la aprobación final del acuerdo.

Tanto Varsovia como París, su principal aliada en este tema, temen la apertura del mercado europeo a productos alimentarios de países sudamericanos, donde los estándares de producción son «mucho más bajos» que los que deben cumplir los agricultores de la UE, según denunció el Gobierno polaco.

El primer ministro, Donald Tusk, ya ha declarado en reiteradas ocasiones que Polonia «no aceptará el acuerdo en su forma actual», mientras que su ministro de Agricultura ha señalado que las reducciones arancelarias y las cuotas previstas son «demasiado altas», lo que en su opinión «expulsaría productos polacos del mercado de la UE».

Mientras, el Gobierno alemán celebró los avances y expresó su confianza en que Francia logre superar sus reticencias a la ratificación del pacto.

El Ejecutivo alemán apoya que la UE impulse por principio acuerdos de libre comercio, «lo que, en la tendencia global, es la señal correcta» y aboga por una política comercial pragmática y basada en normas.

Satisfacción de Uruguay y Brasil

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este miércoles que la decisión de la Comisión Europea permitirá que el acuerdo se firme este mismo año.

«Hasta el final del año, en nuestra presidencia del Mercosur, firmaremos este acuerdo que beneficiará a productores y consumidores del Mercosur y de la Unión Europea», afirmó el mandatario brasileño en un mensaje publicado en sus redes sociales.

El líder progresista ya había manifestado su intención de acelerar las negociaciones para permitir la firma del acuerdo en diciembre, cuando Brasil entregará la presidencia del Mercosur.

El Gobierno de Uruguay también celebró la señal dada por la Comisión Europea (CE).

Así lo indicó el canciller uruguayo, Mario Lubetkin, en una rueda de prensa en la que detalló que en esta jornada se inició lo que espera que sea el proceso final para la ratificación de ese acuerdo.

Asimismo, se mostró optimista de que el acuerdo se ratificará antes del final de este año.