Bruselas (EuroEFE).- Los sectores del acero y la automoción europeos reclamaron hoy a los líderes de la Unión Europea una política industrial «realista y pragmática» capaz de mantener las inversiones en la UE, con «recompensas» para los fabricantes que opten por el acero bajo en emisiones para cumplir los objetivos climáticos.
«No se puede construir un coche europeo competitivo sin acero europeo competitivo», declaró en un comunicado el presidente de la Asociación Europea de Fabricantes Automovilísticos (ACEA) y máximo responsable de Mercedes-Benz, Ola Källenius, en vísperas del Consejo Europeo que reunirá en Bruselas a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE y a los líderes de las instituciones comunitarias.
Las dos industrias están «profundamente interconectadas», ya que «el automóvil es el segundo mayor consumidor de acero, mientras que una parte significativa de la I+D de la siderurgia se centra en aplicaciones para vehículos», señalaron ambas plataformas.
Niveles alarmantemente bajos de utilización

«Sin embargo, la industria siderúrgica europea sufre actualmente niveles alarmantemente bajos de utilización de capacidad, debido al exceso de capacidad mundial, los altos costes energéticos y del carbono, y la debilidad de la demanda interna», apuntaron.
A ello se suma, agregaron, la «lenta recuperación del mercado automovilístico europeo tras la pandemia de la COVID-19 y el envejecimiento del parque móvil, que lastra la demanda de nuevos vehículos».
«Una regulación inteligente puede crear una situación en la que todos ganen -por ejemplo, reconociendo y recompensando a los fabricantes que optan voluntariamente por utilizar acero y materiales de baja huella de carbono como parte de su cumplimiento de CO2. Así es como convertimos la ambición climática en fortaleza industrial», subrayó Källenius.
El presidente de EUROFER, Henrik Adam, agregó que «una producción siderúrgica sólida dentro de la UE es esencial para la resiliencia de la cadena de suministro de la industria automovilística europea, al ofrecer una fuente local fiable, reducir la dependencia de mercados internacionales potencialmente volátiles y garantizar la seguridad del suministro para el sector».
La siderurgia y la automoción representan conjuntamente 14,5 millones de empleos en la Unión Europea.


